Casa Mandinga: carnes premium en una casona de 1931

Por Valeria Massimino

Visitar Mar del Plata siempre es una buena idea. Ya sea para vacacionar o simplemente escaparse unos días, la ciudad ofrece momentos inolvidables y lugares que sorprenden. Uno de esos descubrimientos es Casa Mandinga, un restaurante de carnes ubicado en una imponente casona construida en 1931, en el barrio residencial de Stella Maris, sobre la calle Carlos Pellegrini 2699.

Allí conversamos con Joaquín Beneito, al frente del proyecto junto a su socio fundador Fernando Daumas, ambos con larga experiencia en gastronomía. Hace dos años abrieron sus puertas con un concepto claro: ofrecer una experiencia sofisticada, cuidada y única, sin perder la calidez.

Casa Mandinga no es una parrilla: es un restaurante de carnes con enfoque gourmet, donde todo está pensado al detalle. Desde la ambientación y los jardines hasta el servicio, la carta de vinos y el tipo de cocción que sorprende a los comensales. Uno de los secretos está en su horno Josper, muy utilizado en Europa y poco común en Argentina. Cocina con brasas, sella el producto por ambos lados, realza los jugos y aporta un toque ahumado que transforma cada plato. Joaquín lo explica con precisión: “Al ser horno y brasa, con la convección, se logra un sabor más profundo, más noble, y el producto no pierde sus propiedades”.

La materia prima es clave: utilizan novillo de raza Angus, alimentado durante dos años de la mejor manera, destinado generalmente a la exportación. “La ganadería argentina es parte de nuestra idiosincrasia, y eso se nota en el plato”, destaca Joaquín.

En la carta hay también vegetales al Josper, arroces, provoletas memorables y un risotto vegetariano que conquista no solo a los vegetarianos. La cava es otro gran atractivo: vinos jóvenes y etiquetas añejas —de 1999, 2000, y más atrás— cuidadas al detalle. El maridaje perfecto para una experiencia ABC1 sin pretensiones. El lugar ya es un éxito. Lo visitan turistas, pero sobre todo locales que lo eligen por su profesionalismo, su ambiente cuidado y una propuesta que funciona como un todo.

El jardín es uno de los grandes atractivos: amplio, cuidado, y con una atmósfera única. Durante el verano, se llena de vida con pop-ups, fuegos encendidos, bandas en vivo y propuestas especiales cada semana. El espacio también se adapta a eventos privados —casamientos, cumpleaños, celebraciones corporativas— sin perder su impronta. Dentro del mismo predio, conviven otras propuestas gastronómicas como Rosso y Coco Café, que completan la experiencia

El espacio mantiene su esencia original —por ser patrimonio histórico no se pueden hacer grandes modificaciones— y eso se agradece. Frente a Torre de Manantiales y a pocas cuadras del mar, Casa Mandinga es ese respiro elegante y sabroso que Mar del Plata necesitaba. Abren de miércoles a domingo en invierno, y todos los días en verano.

Carlos Pellegrini 2699, Mar del Plata
Instagram: @casa.mandinga


by Valeria Massimino

Visiting Mar del Plata is always a good idea. Whether you’re vacationing or just escaping for a few days, the city offers unforgettable moments and places full of surprises. One of those hidden gems is Casa Mandinga, a premium meat restaurant located in an impressive 1931 mansion in the residential Stella Maris neighborhood, at Carlos Pellegrini 2699.

There, we spoke with Joaquín Beneito, who leads the project alongside founding partner Fernando Daumas — both with extensive experience in the culinary world. They opened the restaurant two years ago with a clear concept: to offer a sophisticated, thoughtful, and unique experience without losing warmth and authenticity.

Casa Mandinga is not a typical parrilla — it’s a meat-focused gourmet restaurant where every detail is carefully curated. From the décor and lush garden to the service, the wine list, and the cooking method that surprises every guest. One of their secrets is the Josper oven, widely used in Europe but still rare in Argentina. It uses charcoal heat, searing the meat on both sides, enhancing its natural juices, and adding a smoky touch that elevates every dish. As Joaquín explains: “Since it works as both an oven and grill, with convection, it achieves a deeper, nobler flavor without compromising the product’s quality.”

High-quality ingredients are key: they use Angus breed steers, raised and fed over two years to the highest standards, usually reserved for export. “Argentine cattle ranching is part of our identity — and you can taste that on the plate,”Joaquín notes.

The menu also features vegetables cooked in the Josper, rice dishes, unforgettable provoletas, and a vegetarian risotto that even meat lovers will enjoy. The wine cellar is another highlight: young vintages and rare labels — some dating back to 1999 and 2000 — all impeccably preserved. It’s the perfect pairing for an effortlessly upscale experience.

The restaurant is already a success, attracting tourists, but above all, local patrons who appreciate its professionalism, inviting atmosphere, and a concept that works seamlessly.

One of the standout features is the garden: spacious, well-maintained, and full of character. In summer, it comes alive with pop-up events, open fires, live bands, and weekly special experiences. The space also adapts beautifully for private events — weddings, birthdays, corporate gatherings — without losing its unique identity. On the same property, you’ll also find other culinary concepts like Rosso and Coco Café, rounding out the full experience.

The building maintains its original charm — as a protected historical landmark, major alterations are not permitted — and that’s something guests truly appreciate. Just across from Torre de Manantiales and only a few blocks from the sea, Casa Mandinga offers a refined and flavorful retreat that Mar del Plata was missing.

Open Wednesday to Sunday during winter, and daily in summer.
📍 Carlos Pellegrini 2699, Mar del Plata
Instagram: @casa.mandinga

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