CINE: Crítica de «YESTERDAY»

Por Marcelo Cafferata

¿Se puede hacer una comedia romántica tradicional con tenga a su vez, una inconfundible marca de autor? “YESTERDAY” parece responder afirmativamente la pregunta y sin lugar a dudas.

La nueva película de Danny Boyle toma prestados múltiples trazos de sus películas anteriores, sus propios conceptos estéticos y su narración veloz y frenética para mezclar hábilmente elementos de comedia romántica, algunos tintes fantásticos y la clásica estructura del musical, para construir una de las comedias más simpáticas del año, ese “crowd pleaser” que el mainstream nos regala año a año.

Así aparece la estética de su thriller “En Trance” y el ritmo de “Slumdog Millonaire” o la propia “Vidas sin reglas”, podemos encontrar algunos puntos en común con la edición y el ritmo nervioso de las ediciones de “Trainspotting” y es así como Boyle juega a plagiarse un poco a sí mismo para repetirse y al mismo tiempo probarse en registros nuevos y tonalidades diferentes.

Ahora nos cuenta la historia de Jack Malik (Himesh Patel en un protagónico a su medida, que sabe aprovechar en todo momento) un compositor de canciones de una pequeña localidad inglesa que sueña con triunfar y poder vivir de su carrera musical pero que hasta tanto lo logre, deberá seguir trabajando en el supermercado de su pueblo bajo el maltrato de su jefe.

Sólo cuenta con el incondicional apoyo de su amiga Ellie (Lily James, la protagonista de “Mamma Mia: Una y otra vez” y “The Guernsey Literary and Potato Peel Pie Society”) y de un puñado de canciones que ha compuesto y que canta en los bares cercanos, para deleite de algunos pocos.

Todo va a cambiar repentinamente, cuando se produzca un accidente mientras va conduciendo su bicicleta durante un misterioso apagón global.

Jack despierta y algo extraño sucede la primera vez que vuelva a tocar su guitarra: interpretará “Yesterday”, uno de sus clásicos de siempre e inmediatamente descubrirá que ninguno de sus amigos conoce el tema. No conocen tampoco a Los Beatles… en realidad el mundo entero no los conoce! Por más increíble que suene, parecen nunca haber existido.

Tocando todas las míticas canciones del grupo, Jack comienza a convertirse en un verdadero suceso discográfico, y saltará a la fama cuando se cruce en su camino y lo descubra nada menos que Ed Sheeran (apareciendo en la película como él mismo, produciéndose de este modo uno de los tantos juegos realidad-ficción que se proponen, donde incluso comienzan a rivalizar hasta burlándose del vínculo Salieri-Mozart) y posteriormente se vincule con una de las representantes artísticas más famosas del momento.

Obviamente, para no perder el tono de fábula y de cuento de hadas moderno que tiene la historia, su vínculo con Ellie comienza a resquebrajarse a medida que él se haga más famoso y comience las giras y los tours por diferentes ciudades y su nombre se haga reconocido no sólo en forma local sino también a nivel internacional.

Boyle tendrá también un pequeño espacio de reflexión sobre el precio de la fama y el valor de los afectos, de cuánto pesa la verdad en la conciencia de cada uno y sobre todo, pensar cuál es el precio que cada uno de nosotros está dispuesto a pagar cuando ve que comienzan a realizarse sus sueños.

Pero obviamente jamás se aleja de la estructura de la comedia romántica clásica que le imprime a “YESTERDAY” aun cuando permanentemente, en su modo de filmarla, deja sus propias marcas y pueda distinguirse mucho de su cine en la manera de narrarla y por sobre todo en la estética particular que ya es como un marca de autor en su carrera.

Danny Boyle ha puesto su pericia detrás de las cámaras y los actores elegidos funcionan a la perfección para el armado de este cuento de hadas urbano (además de los lucidos protagónicos de Patel y James, hay un ajustado elenco de secundarios con un enorme y preciso trabajo de casting) pero nada, absolutamente nada de la magia que se despliega en “YESTERDAY” sería posible sin la pluma de Richard Curtis en el guion.

El mismo autor de las famosas y recordadas “Cuatro bodas y un funeral” “Cuestión de tiempo” “Realmente Amor” o “Notting Hill”, solo por nombrar algunos de sus tantos grandes éxitos dentro de la comedia romántica, vuelve a los diálogos ingeniosos, a los destellos creativos y a esos toques de magia que sabe imprimir en sus historias.

En un mundo donde no se han conocido a los Beatles (no es justo spoilear, pero una de las mejores escenas de la película es imaginar que algo de la historia de los personajes de este mítico grupo puede verse modificada, de no haber sucedido esa revolución que impulsaron con su música en el mundo entero) resulta sumamente divertido jugar con la idea de que tampoco conocen a Harry Potter, no existe la Coca-Cola, el grupo Oasis parece tampoco parece haber existido –Google muestra solo una foto un desierto cuando se consulta por ellos- y tampoco parecen haber sido inventados los cigarrillos (!).

En medio de esta amena distopía, nada futurista ni exótica, pero plena de imaginación y creatividad, la historia ideada por Curtis, funciona como un gran entretenimiento en donde además y como enorme plus, los protagonistas se mueven al ritmo de esa música eterna y conmovedora de los genios de Liverpool y es entonces cuando el filme de Boyle se completa, con una banda de sonido absolutamente disfrutable de principio a fin.

8 de 10


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