El lunes el Luna Park recibió al violinista alemán David Garrett, a sala llena. Por segunda vez en la Argentina Garrett hizo suspirar y emocionar, a sus fans. Virtuosismo, talento y pasión en cada cuerda.
Garrett además de un gran violinista es un showman y eso quedó en evidencia en la noche del Luna. A sus «trucos» de violín en las piezas más llamativas, en el estilo Paganini, Garrett sabe aplicar su habilidad en cada octava y veloces arpegios. Estilísticamente, Garrett juega con el clasicismo de una manera que haría sonrojar a los puristas del género.
El auto proclamado “violinista del diablo” presentó un show de más de dos horas donde interpretó sus dos últimos discos: ‘Explosive’ (2015) y ‘Rock Revolution’ (2017). Garrett saltó a la fama a los 13 años cuando firmó con el reconocido sello discográfico Deutsche Grammophon, con el que grabó canciones de Mozart, Tchaikovsky y (por supuesto) Paganini. Su albúm «Free» hizo maridar canciones de música clásica como ‘El vuelo del moscardón’, de Rimski-Kórsakov y baladas de rock duro como ‘Nothing else matters’, de Metallica además de composiciones originales. En esta ocasión no faltaron los covers de bandas como Coldplay, Led Zeppelin y Queen y solistas como Michel Jackson.
Garrett se ha creado un grupo de seguidores fieles en todo Europa, ahora puede agregar a la Argentina a los terrenos conquistados con su sentido del espectáculo, el eclecticismo de su música y su carisma sin igual.
Fotos Valeria Massimino
