Los discos, el teatro y los shows de 2018 por Maximiliano Curcio

1. ANDRÉS CALAMARO – Cargar la Suerte

Una discografía tan heterogénea como la de Andrés Calamaro encuentra su eco presente en una obra que viene a nutrir un recorrido musical que a lo largo de cuarenta años sigue ostentando la misma virtud: una fecundidad imperecedera. De la compulsión creativa de Andrés surgen una serie de discos que son la columna vertebral de su obra: ‘Alta suciedad’ (1997), ‘Honestidad brutal’ (1999) y ‘El Salmón’ (2000). No debería extrañar a muchos que ‘Cargar la Suerte’ siga el camino trazado por aquella brillante trilogía de discos.

En su imperiosa búsqueda de la canción perfecta, la maquinaria de Andrés Calamaro echa a andar un puñado de canciones precisas y preciosas. Sobreviviendo penas de amor en un bar, encerrado en su apartamento o pasando noches enteras sin dormir, el cantante lleva a cabo un estilo estético marca registrada, con una mirada anclada en la añoranza del pasado y la mirada puesta en un presente musical bendecido por su talento. La nueva cosecha invernal del comandante Andrés conforma un disco homogéneo y sin fisuras, afirmando la intención de un eterno regreso en excelente forma.

2. INDIO SOLARI – El Ruiseñor, El Amor y La Muerte

En su quinto disco de estudio junto a “Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado”, Indio Solari regresa al ruedo con EL RUISEÑOR, EL AMOR Y LA MUERTE, sucesor de PAJARITOS, BRAVOS MUCHACHITOS editado en el ya lejano año 2013. Su última placa ofrece un sólido engranaje musical compuesto por quince canciones, las cuales a lo largo de una hora de música, ofrecen la habitual arquitectura sonora que caracterizan a los discos de Solari, mientras la lírica confesional deja entrever un cantante existencialista como nunca.

Gracias a una colección de temas con ineludible destino de clásico, Indio abraza la oscuridad como placentera nueva compañía en este irremediable otoño de la vida, dejando al desnudo sus conquistas, temores y convicciones más íntimas. Su poesía bucea profundo en el alma quebrada por afectos ausentes y sesgada por ideales de un soñador, para extraer una belleza brutal, mientras transita el inexorable camino del recuerdo. Ya lo dijo el mister, “donde hay dolor, habrá canciones”. No hablemos de réquiems ni despedidas.

3. PAUL McCARTNEY – Egypt Station

Algunos artistas, frente al ocaso de sus años creativos, se ocupan de redactar una autobiografía a modo resumen de vida o editar un ‘grandes éxitos’ como una suerte de testamento discográfico que traiga a la memoria tiempos mejores. Nada de eso, Paul McCartney se mantiene igual de activo a sus 76 años que en sus mejores momentos musicales y a la par de grandes leyendas como Roger Waters, Robert Plant y Bob Dylan, quienes en el último par de años han editados discos de muy buena factura, regalándonos trascendencia en su etapa de madurez. Macca, de igual manera, nos sorprende gratamente con su 18° disco de estudio en solitario y su 25° disco luego de The Beatles.

Habiendo influenciado al rock anglosajón y también de habla hispana de las últimas cinco décadas, la permanencia de McCartney encuentra su respuesta en el propio ADN de la música popular. Medio siglo después del furor creativo beatle, sus ecos siguen influenciado a músicos de las nuevas generaciones, mientras él sigue haciendo muy buenos discos. Podemos entender de dónde viene el impulso para este tipo de marcas atemporales: el nexo absoluto de la cultura pop desde los Beatles hasta hoy, se llama Paul McCartney. Claro, él no necesita fingir naturalidad para sonar contemporáneo. Su música atravesó el tiempo y nos contó de qué iba la cosa, su rock llegó hasta aquí.

4. LENNY KRAVITZ – Raise Vibration

A 29 años del lanzamiento de su álbum debut, “Let Love Rule” (1989), en Lenny Kravitz las canciones parecieran luchar por mantenerse fieles a la suma de sus partes: el idealismo es el sello autoral de una voz que se alza inconforme con los tiempos que corren. El talentoso músico pronuncia su mensaje altruista en una suerte de amuleto sónico del que se sirve, echando mano a su inoxidable estilo vintage. En ese terreno, ya transitado en gran parte de su obra, cada canción posee su distinguible marca retro que encuentra eco en la etapa de madurez del artista.

“Raise Vibration”, potencia su mensaje a lo largo de 12 canciones y entrega una compacta versión de la marca registrada de Kravitz: denunciar los pesares del mundo sin renunciar a las melodías pegadizas por la seriedad. En otras palabras, crudas realidades que suenan mejor edulcoradas. Una fórmula confiable que le reditúa al artista: dosis de rock, funk y soul para letras de amor, esperanza y resistencia. Lenny, te esperamos con ansias en el Lollapalooza Argentina 2019,

5. SLASH ft. MILES KENNEDY AND THE CONSPIRATORS – Living the Dream

Lanzado al mercado el 21 de septiembre a través de Snakepit Records en asociación con Sony Music Australia, el cuarto álbum en solitario de Slash surge en medio de su continuo reencuentro con Axl Rose, Duff McKagan y Dizzy Reed, estandartes de la histórica formación Guns N ‘Roses. Este nuevo disco solista presenta a su carrera un reto extra que no poseía su obra anterior: es la primera vez que el guitarrista se encuentra simultáneamente al frente de dos proyectos musicales. Conocida su prolífica labor en estudio, no es difícil imaginar porqué se haya cansado de esperar a Axl para grabar nuevo material gunner, renuente el vocalista a salir de la monotonía de una gira interminable.

Con la solidez que su trayectoria respalda, la concepción de este nuevo disco -pese a no ser lo más logrado de su reciente etapa solista- vislumbra a un Slash que posee la virtud de competir a la altura con la memoria musical de su pasado. Capaz de producir solos incendiarios y riffs pegadizos de forma inagotable, el sello característico de este supremo guitarrista está intacto. Myles Kennedy resulta el compañero ideal para consumar este crimen perfecto.

Menciones especiales:

✪ MUSE – Simulation Theory

Complacientes con las búsquedas estéticas y las marcas comerciales que han patentado, Muse es una de las bandas más populares de los últimos tiempos y se encuentra a gusto con el sello que ha registrado. Convertidos en un fenómeno masivo dentro del panorama mundial del rock de la última década, los diferentes periodos que ha atravesado la banda inglesa han dejado un saldo de buenos discos en su haber, como ‘Resistance’, ‘The 2nd Law’ y ‘Drones’.

El sentido post apocalíptico y un llamamiento a recuperar el costado humano como camino de entendimiento y salvación, funciona como píldora paliativa para los peligros de la automatización en el mundo de la música. Es menester que Muse no acabe convertido en una mera pose de su rebelión, siendo devorado por su propio discurso.

✪ ENRIQUE BUNBURY – Canciones 1987-2017

La mención especial vale, a pesar de no tratarse de un nuevo disco de estudio. Es por ello que la mega caja recopilatoria editada en el pasado mes de noviembre tiene un carácter revisionario. El notable artista aragonés celebra tres décadas de trayectoria editando un box set lujo, que incluye una recopilación de canciones pertenecientes a las tres etapas representativas de su carrera musical. Una ocasión imperdible para poner en perspectiva el lugar que ocupa Enrique Bunbury en la escena de rock mundial. Una figura insoslayable que se codea con los más grandes de la historia y cuyo incansable afán compositivo lo ha convertido en un artista prolífico y fundamental.

El repaso brindado mediante la escucha de su colección de canciones elegidas deja como saldo una discografía sin fisuras, un lugar asegurado en el olimpo del rock mundial y una ciega certeza: con Enrique nuestra capacidad de sorpresa no termina de agotarse jamás. Como un hechizo, su escucha y apreciación sigue cautivándonos. ‘Canciones 1987-2017’ resultó ser su secreto mejor guardado como balance de su legado musical.


1– DOBLE O NADA en Teatro La Comedia

Miguel Ángel Solá y Paula Cancio comparten escenario por segunda vez consecutiva, luego del éxito de “El Diario de Adán y Eva”. En “Doble o Nada”, con dirección de Quique Quintilla, la apuesta consiste en adaptar la obra “Testosterona”, escrita por la autora mexicana Sabina Berman en el año 2014, que ya fuera presentada en teatro en España por esta misma pareja actoral. Obra que también fuera estrenada anteriormente en la cartelera porteña, con dirección de Daniel Veronese y protagonizada por Viviana Saccone y Osmar Núñez.

“Doble o Nada” ficciona una historia que se repite a diario y es absolutamente real. Y como público, nos cuestiona. Nos invita a involucrarnos, nos interpela, nos hace participar. Nos hace dudar de los personajes, amarlos, odiarlos y volverlos a amar. Pareciera que lo único que queda es esta forma de poder que concebimos como piramidal, vertical y perteneciente a otro tiempo. De un autoritarismo obsoleto y que atrasa…sin embargo, acaso un análisis acerca del funcionamiento de un multimedio como metáfora perfecta para pensar acerca del poder político y de cómo estos medios determinan la suerte del gobierno de turno. Una historia universal y atemporal: ¿Quién engaña a quién? ¿Cuál es el verdadero precio del poder?. Solá y Cancio interpretan dichos interrogantes de forma conmovedora.

2. EL TERRITORIO DEL PODER en Café Vinilo

Tras su exitosa primera incursión en dúo hace algunos años, un espectáculo dedicado al escritor y periodista Rodolfo Walsh, la dupla Sbaraglía-Tarrés lleva a escena una experiencia sin igual dentro de la escena nacional, en donde se propone un recorrido tan oscuro y revelador por distintos desafortunados hitos de la historia de la humanidad. En esta nueva colaboración entre el actor y el músico, el público se encontrará con una singular producción basada en las principales ideas presentes en los textos “Masa y Poder” de Elías Canetti (ganador del premio Nobel de Literatura) y “Vigilar y castigar” de Michael Foucault, dos de las varias obras que inspiran al espectáculo.

No caben dudas que a lo largo de los siglos el hombre ha torturado y creado la propia amenaza que representa para sí el futuro de la humanidad, tal como hoy la conocemos. Esta idea da cuenta de una punzante crítica por parte de “El Territorio del Poder” a la humanidad en sus rasgos constitutivos, como seres de costumbre, naturalmente impuestos al castigo y a la vigilancia. Basta constatar el pensamiento vertido por los filósofos e intelectuales -en los que se basa conceptualmente el show- para entender a la sociedad a través de las manifestaciones culturales que han obligado a silenciar como método de dominación, evidenciando culpas y flaquezas que nos identifican a todos por igual. La grandeza interpretativa de un encomiable Leonardo Sbaraglia, es el motor absoluto de esta obra tan cruda como necesaria.

3. HAMLET en Centro Cultural de la Cooperación

En cartelera desde el 1° de Junio del corriente puede verse en el Centro Cultural de la Cooperación, la nueva versión de la obra cumbre de William Shakespeare, “Hamlet”. A lo largo de tres horas, y con un trabajo de dramaturgia sensacional, una minimalista puesta en escena da paso a un elenco actoral de lujo para representar, con una mirada contemporánea y renovadora, un clásico de siempre. Y, si bien, toda relectura de un clásico nos aventura descubrir nuevas miradas, volver sobre esta obra tradicional del genio inglés habla de cómo las sociedades y el hombre traen al presente el poder de estos textos, conservándolos actuales, relevantes.

La pasión que Hamlet suscita nos invita a revisionar estos clásicos, volviendo la mirada al presente y redescubriendo lo imperecedero de estas obras. ¿Qué inquietudes de aquel entonces se resignifican en nuestras coordinadas socio-históricas presentes? Seguramente, todas las posibles. Figura insoslayable del canon literario occidental, Shakespeare continúa siendo necesariamente auténtico. En la piel de Hamlet, el enorme y camaleónico Alberto Ajaka demuestra porqué es uno de los actores argentinos más importantes de su generación.

4. EL VESTIDOR en Complejo La Plaza

La obra “El Vestidor”, de Ronald Harwood, se exhibe desde Mayo en el Paseo La Plaza, con adaptación de Fernando Masllorens y Federico González del Pino y bajo la dirección de Corina Fiorillo. Con protagónicos de Jorge Marrale y Arturo Puig -quienes venían de compartir escenario en la genial “Nuestras Mujeres”- coinciden en la galardonada pieza teatral, la cual no es una novedad para la cartelera porteña: en Buenos Aires hubo un antecedente en 1997 -también presentada en el Complejo La Plaza- con las recordadas actuaciones de Federico Luppi y Julio Chávez, y la dirección de Miguel Cavia.

Desde siempre la ficción y los mundos de fantasía que el teatro y el cine construyeron fueron un bienvenido escapismo a una realidad que por momentos se torna atroz. Allí, en pleno conflicto el teatro constituyó ese amparo, un lugar de resistencia para que aflore la imaginación y triunfe el deseo; en definitiva, la vida por sobre la barbarie. En ese espacio sagrado, donde la función nunca se puede cancelar, el telón se levantará una vez más y esa celebración que representa el teatro para actores y público por igual, cobrará vida. Con Shakespeare o con “El Vestidor” y su antológico dúo interpretativo. Esa fascinación atemporal.

5. MADISON en Coliseo Podestá La Plata

‘Los puentes de Madison’ (The Bridges of Madison County) fue escrita por Robert James Waller y se publicó en 1992, encabezando la lista de las novelas más vendidas del año de publicaciones como The New York Times. En 1995, Clint Eastwood –ese último gran autor del cine americano- se colocó tras las cámaras para realizar la versión cinematográfica sencillamente inolvidable, contando con la galardonada Meryl Streep para el rol de actriz principal.

No es poca tarea la que tienen por delante Facundo Arana y Araceli González al recrear semejante clásico. No obstante, salen airosos. Desde la palabra, los actores transmiten esa fuerza que transitan los textos, a medida que la escenografía retrata la pequeña casa campestre, contribuyendo a generar un clima de cómplice intimidad con el espectador. Una cercanía necesaria para el desarrollo de los personajes y su vínculo, en esta celebrada versión teatral de uno de las más conmovedoras adaptaciones literarias. Quizás su desafío mayor sea estar a la altura del epílogo, una reescritura que reproduce a su manera uno de los trabajos de planos más recordados y emotivos de la historia del cine.

Mención especial:

«El Increíble Magnetismo del Gran Hotel Glamour Shuffle” en el Teatro Bar de La Plata

Los hermanos Leonardo Sbaraglia y Pablo Sbaraglia, presentan un novedoso show basado en los textos y las canciones del disco “El Increíble Magnetismo del Gran Hotel Glamour Shuffle”. La dupla muestra complicidad a lo largo del espectáculo, y se complementan de maravillas para brindar una novedosa adaptación teatral del disco autoría de Pablo, reconocido músico de trayectoria en la escena local.

El viaje consiste en entregarse hacia las misteriosas tramas que este hotel ofrece, imaginando cada uno de los lugares en donde las mismas se desarrollan. La apuesta es novedosa y resulta original, ya que combina música y teatro, otorgando una mixtura singular que no es habitual poder disfrutar. Las canciones, entonces, funcionan como intervalos para las lecturas de los textos que a la vez presentan a éstas, lo cual resulta una bienvenida invitación al público a sumergirse en el encantador magnetismo de esta propuesta, para cautivarnos desde lo visual y lo sonoro. Leo Sbaraglia, haciendo las veces de visitante del misterioso hotel, es un anfitrión inmejorable que pone a prueba su enorme capacidad histriónica.


1. FITO PÁEZ (Gran Rex, “30 años de Ey!” / Luna Park, “La Ciudad Liberada”)

Fito Páez no para, no descansa. Este 2018 fue un año maratónico que incluyó un récord de ocho presentaciones en Capital Federal. Un artista inquieto y en permanente evolución, con la destreza y el talento necesarios que requiere ejecutar con excelencia cada disciplina artística que aborda. Las marcas autorales indelebles de una trayectoria que abarca ya 35 años desde su debut solista y que lo coloca, indudablemente, como uno de los artistas argentinos más grandes de toda la historia. No es novedad que la música de Fito Páez ha atravesado generaciones y marcado épocas, convirtiéndose en la banda sonora de millones de argentinos.

Su lírica y sus melodías han marcado el pulso evolutivo de un artista, que supo contarnos la historia argentina reciente desde su debut solista con “Del ’63” (1983) hasta “La Ciudad Liberada (2017). Su más reciente trabajo discográfico deja ver la huella inalterable al paso del tiempo: el compromiso ético y estético de Páez a través de sus canciones. Su calidad musical encontró un justo y merecido lugar en la historia grande musical de las últimas décadas, coronada con la doble presentación del mencionado álbum en el histórico Luna Park porteño en el pasado mes de abril. Un ilustre rosarino dejó a su paso una auténtica ciudad liberada rendida a sus pies.

Celebrando tres décadas de un disco fundamental de su carrera (Ey!), Fito traza el enésimo paralelo con el legado viviente de su historia musical, para dialogar con su pasado versionando canciones esenciales de su obra, anclada en un tiempo presente prolífico e iluminado, que sus incondicionales seguidores testimonian. Con la compañía de su habitual banda y la perfecta resonancia de su público, el rosarino sabe tocar nuestra fibra más sensible, como solo los grandes artistas consiguen: con la entrega total. La doble cita en el Gran Rex para festejar el aniversario del disco dejó en su público la sensación a flor de piel las emociones de un concierto mágico. Un viaje en el tiempo por la trayectoria de un artista en perpetua gloria. Fito Páez es un artista en estado de gracia.

2. ENRIQUE BUNBURY (Luna Park, 15 de Febrero – «EX Tour»)

Luego del celebradísimo Unplugged para MTV (“El Libro de las Mutaciones”) Bunbury se juega su as bajo la manga: “Expectativas”. La opinión del público, de la crítica y de sus colegas es unánime: el pico creativo de Bunbury toca nuevas cotas antes jamás alcanzadas y el perfeccionismo de esta obra es categórico, atravesando con elegancia las texturas sonoras de un disco imprescindible, su amplísimo conocimiento musical viste las canciones como nadie. El artista aragonés da cátedra con su último disco de estudio, el que viene a presentar en su más reciente gira Latinoamericana. En un Luna Park fervoroso, Bunbury ya se siente un porteño más, que recibe el cariño incondicional de su público.

Percibir su actuación en vivo dimensiona en justa grandeza la enorme figura de Bunbury, un artista trascendental para la música contemporánea, dueño de una voz inconfundible y una presencia en escena magnética. En cada instante se captura el carisma del artista sobre el escenario, un cantante que además de interpretar con pasión su finísima lirica nos hipnotiza con sus gestos y despliegue corporal sin igual. Convertido en una suerte de Jim Morrison moderno, la energía derramada y el control total sobre la puesta escénica que ejerce Bunbury habla a las claras de su calidad de performer consumado. Como un gran encantador de almas puesto a celebrarse como anfitrión inmejorable de esa experiencia tribal que es un concierto de música, Bunbury nos había hechizado una vez más.

3. CHARLY GARCIA (Teatro Gran Rex y Teatro Coliseo «La Torre de Tesla»)

Puede que su exterior haya cambiado y veamos a un Charly más aplacado y frágil, menos volcánico, si se quiere. Pero su naturaleza, carisma y brillo siguen intactos. García, genio y figura sin igual, presentó a lo largo de 2018 cuatro funciones de su espectáculo conceptual “La Torre de Tesla” estrenado el pasado mes de febrero en el Teatro Coliseo y continuado con tres teatros Gran Rex agotados en apenas minutos. Mediante esta obra -en clave de homenaje al reconocido inventor- nuestro héroe del rock repasa y reversiona éxitos de su carrera a medida que presenta algunos nuevos temas de su flamante disco “Random” (2017), última placa de estudio.

Nadie duda que Charly García es una leyenda viva del rock nacional y una antena que transmite, inequívocamente, lo que decir: nos cuenta su propia historia y resignifica nuestro presente. Magia, euforia y nostalgia llenaron teatros que parecían flotar con este nuevo eterno regreso. Charly, el hombre de los «artificios imposibles» siempre aportando párrafos a la gran historia del rock nacional, desafiando las propias leyes musicales. La vigencia de García confirma sus condiciones de artista popular inoxidable, genio musical reinventado y deidad iconoclasta del rock que han hecho de su figura –vaya novedad- un fenómeno multi generacional sin cuestionamientos.

Percibir y valorar en forma justa el lugar que ocupa la obra y la figura de Charly García dentro de nuestra música popular nos ayuda a comprender su impacto de verdadera deidad por encima de lo humano. García fue un sobreviviente entre tanta tempestad, sorteando las desavenencias de una vida al límite y un destino trágico, reconociéndose a sí mismo como el mesías de nuestro rock y portando esa insignia como un innegable elegido. Desde aquel apoteósico regreso en el Concierto Subacuático 2009, la versión actual del músico encuentra a un artista revisionando su extensa obra, en búsquedas estéticas y sonoras que revitalicen el legado de sus canciones. Desde otro lugar de la vanguardia, reentendiéndola, incluso autoexigiéndose a reinventarla y resignificarla antes los ojos de las nuevas generaciones. Parte de la religión ‘Say No More’, a quienes cambió sus vidas para siempre.

4. ROGER WATERS (en La Plata, «Gira Us and Them» – 6 y 10 de Noviembre)

Con el habitual despliegue audiovisual que conceptualmente atraviesa su obra, el artista deslumbró a sus miles de seguidores que abarcan desde entusiastas millenialls hasta fieles fanáticos de las primeras generaciones, que recuerdan con nostalgia a esa leyenda llamada Pink Floyd, cuya música ha atravesado las fronteras del tiempo. Haces de luces y animaciones en la pantalla se sucedían acentuaban la grandilocuencia de la ostentosa propuesta visual de la nueva gira, como acostumbran los mega espectáculos que monta Roger Waters.

Sin desvirtuar la auténtica impronta de su mensaje, el concierto tuvo un marcado tinte social y su rol comunitario no es una novedad: el compromiso del artista con los derechos humanos. La primera visita de Roger Waters al país desde que en 2010 presentara en el estadio de River Plate su gira The Wall con asistencia récord, deja a su paso un saldo positivo. El músico ofreció en el Estadio Único platense un sólido repaso por una obra épica y desmesurada, con una mirada retrospectiva hacia una banda con calibre de leyenda y con un pie anclado en un presente inspirado que da fruto a uno de los mejores álbumes solistas de su trayectoria.

5. PEDRO AZNAR (Teatro Gran Rex, “Resonancia 35 años”, 1 de Septiembre)

El versátil y multinstrumentista Pedro Aznar volvió al teatro Gran Rex de la calle Corrientes para presentar la segunda etapa del espectáculo «Resonancia», esta vez en clave unipersonal. Aznar, viene celebrando desde el año pasado los 35 años de carrera solista que comenzara en 1982, revisitando lo mejor de su trayectoria, hasta llegar a su reciente “’Contraluz’ (2017). Un recorrido brillante.

Amalgamando diversas melodías y ritmos, a lo largo de sus 11 discos de estudio solista, este presente lo coloca en un merecido lugar de reconocimiento popular. Fiel a sus principios musicales, ha sabido conjugar una vasta formación técnica con su riqueza expresiva para concebir una obra que ha evolucionado en el tiempo, integrando géneros como el rock, el jazz, el blues, el folclore y el tango. Pedro Aznar es un alquimista de la música contemporánea que despliega ante el espectador un variopinto abanico musical, sólo recomendable para paladares exquisitos.

Menciones Especiales:

LISANDRO ARISTIMUÑO (Luna Park/Teatro Opera «Constelaciones Tour»)

En su sendas visitas a Capital Federal durante el año (Luna Park en agosto, Teatro Ópera en diciembre), Lisandro Aristimuño trajo un repertorio absolutamente renovado, con el que viene ofreciendo esta segunda parte de su gira “Constelaciones”, marco de presentación de su última placa de estudio. Los shows de Aristimuño transforman el aire y transportan a su público a vivir una experiencia fuera de lo común. Como todo gran concierto musical, que congrega a las almas y nos traslada hacia otro espacio, espectadores y músicos vibraron en resonancia mutua. Como resultado, las noches en Buenos Aires ofrecieron música para volar, ilustres invitados y un ritual atemporal cuyas sensaciones exceden a la palabra.

Bajo las propias reglas de la autogestión y sin olvidar sus orígenes y su suelo, Aristimuño elige la libertad artística ejerciendo una ética estética inquebrantable y meritoria. Dueño de una obra musical multifacética y sublime, supo construir con la tenacidad y la paciencia de un artesano visionario, un presente elegido para la gloria absoluta. La sensación inequívoca se tradujo en dos conciertos magníficos para celebrar un año lleno de emociones.

✪ DAVID LEBÓN (en el Teatro Ópera, «El Tiempo es Veloz», 19 de Octubre)

El pasado viernes 19 de octubre David Lebón presentó el espectáculo titulado “El Tiempo es Veloz”, un motivo de celebración para una trayectoria musical que supera los 45 años de actividad. En el Teatro Ópera de calle Corrientes y ante un reciento repleto de 2.500 personas, el título del show -homónimo de uno de sus discos más recordados- intenta reflejar la impronta de una propuesta que repasa lo mejor de su repertorio: con la vista puesta en su pasado musical, haciéndose cargo de un legado histórico en tiempo presente.

Haciendo honor a su condición de eximio guitarrista, el querido ‘Ruso’ regaló a sus fanáticos una serie de solos incendiarios, sellando la marca registrada de un concierto brillante y desgranando melodías de canciones que ya forman parte del inconsciente popular. Cuando pensamos en la importancia de la figura de David Lebón dentro del mapa histórico de nuestro rock, es inevitable pensar que fue pieza clave de bandas creadas por tres de los artistas pioneros de nuestra música: Charly García, Luis Alberto Spinetta y Pappo. No hay dudas que David ha ocupado un lugar de puntal imprescindible en cada una de estas tres bandas fundacionales que integró. Un legado a la altura de su excelente presente musical. Celebrémoslo.

✪ RIFF (en el Teatro Vorterix, 1, 8 y 15 de Diciembre)

Volvió Riff, una banda de eternos regresos. Y esta vez tiene un extra de nostalgia que se llama Norberto Napolitano. La banda se disolvió luego de la trágica muerte de su líder en 2005 y desde allí a hoy costaba imaginar un presente -y un futuro- sin la gigantesca figura del Carpo. Sin embargo, su espíritu siempre está presente: la escena en la pista de Vorterix se convirtió en un cuadro emocionante en donde el aura del Carpo parecía flotar. Fans que entonaban canticos históricos nos hacían sentir en plena década del 80. Las generaciones más veteranas habrán sentido piel de gallina, sin dudas. La respuesta de notable cariño y entrega del público se vivió como una catarsis de más de una década. Si es con respeto y con amor, ¿por qué negarle una alegría a la gente? Que sea rock y con fiesta cervezal. Es tan solo metal y del bueno.


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