TEATRO: Crítica de «OJALÁ LAS PAREDES GRITARAN»

Por Sergio Héctor Misuraca


Cuando Skakespeare escribió Hamlet nunca se imaginó que sería junto a Romeo y Julieta, de las obras más estudiadas, reversionadas y resignificadas de la historia del teatro.

La de Paola Lusardi es una inspiración oscura, performática y absurda en la que no escucharemos el parlamento clásico “ Ser o no ser” , pero que navegará por el universo shakespeariano de una manera al menos diferente.

Hamlet es un adolescente rebelde, traumado por la muerte de su padre, resentido con su madre por la decisión de casarse con su tío, al que sospecha como asesino de su progenitor. Un asado familiar como excusa para anunciar el puesto vacante de la empresa para el heredero del trono familiar desata la tormenta que arrastra a toda la familia a un tsunami de violencia, rencor, ira y tragedia.

La puesta lo dice todo. El público ya no está sentado en las butacas como espectador, sino que está metido adentro de la casa, en el escenario mismo. Una escenografía muy bien resuelta con andamios y apenas unas alfombras, un par de sillones y una mesa de jardín, permite visualizar una vieja casona de techos altos, que en cualquier momento puede tragárselos por completo.

La destreza física de Julián Ponce Campos, como Hamlet, la presencia escénica de Antonella Querzoli, como Gertrudis, la impecable construcción de un villano real y muy cercano de Martín Gallo como Claudio, el timing de comedia de Augusto Ghirardelli como Polonio, la difícil sutileza de Mariana Mayoraz, como Ofelia y hasta las intervenciones silenciosas, omnipresentes y musicales de Santiago Cortina, como Horacio, construyen un clima de tensión , desenfreno y esquizofrénico para una familia más que disfuncional.

No sé si “Ojalá las paredes gritaran” es para todo público, lo que sí puedo asegurar es que es una experiencia poco convencional que vale la pena transitar. Por primera vez puedo decir que he presenciado una versión que me permite meterme en la mente distorsionada y controvertida de Hamlet y ser testigo de su realidad como si mis ojos fuesen lo suyos.


Ficha técnico artística
Dramaturgia:
Paola Lusardi
Actúan:
Santiago Cortina, Martín Orlando Gallo, Augusto Ghirardelli, Mariana Mayoraz, Julian Ponce Campos, Antonella Querzoli
Diseño de escenografía:
Gonzalo Cordoba Estevez
Diseño de luces:
David Seldes
Música:
Ignacio Sanchez
Fotografía:
Julieta Rodríguez
Diseño gráfico:
Francisca Rojas
Asistencia de iluminación:
Francisco Varela
Asistencia De Producción:
Jennifer Aguirre Woytkowski
Asistencia de dirección:
Francisco Barceló
Prensa:
Marisol Cambre
Producción gráfica:
Romina Juejati
Producción ejecutiva:
Carla Carrieri
Producción Internacional:
Débora Staiff
Colaboración en dramaturgia:
Andres Granier, Leila Martínez
Diseño de movimientos:
Marina Cachan
Dirección:
Paola Lusardi
Agradecimientos:
Claudio Biancuzzo, Ignacio Cantisano, Loli Guyo, Matías Macri, Luján Marin, Manuel Marin, Luciana Maschi, David Seldes, Marissa Toledo

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