Por Marcelo Cafferata
Con un notable suceso en la cartelera española, donde lleva más de nueve años en cartel en Madrid y con gran éxito en otras puestas a lo largo del mundo, en países tan disímiles como México, Panamá, Ecuador, Estados Unidos, Colombia, y otros impensados como Bulgaria o la República Checa, la comedia “BURUNDANGA” llega finalmente a la cartelera porteña contando además con el aval de la firma de Jordi Galcerán como autor del texto.
Galcerán, de quien ya disfrutamos una obra icónica como “El método Gronhölm” o “El crédito” (Jorge Marrale / Jorge Suárez), es un dramaturgo que si bien siempre apela al humor y a la ironía como ejes de la crítica que plantea a la sociedad actual, en esta nueva obra, vira directamente a la comedia de enredos más descabellada.
Tal como podemos suponer, el título de la obra hace referencia a la llamada “droga de la verdad” y es justamente a lo que Berta echará mano para saber lo que su novio piensa realmente.
Es que Berta está embarazada y no hace demasiado tiempo que sale con Manuel y si bien su pareja está bastante asentada, un hombre con quien tener un hijo y compartir ese proyecto de vida, para ella significa muchísimo compromiso y necesita estar completamente segura de lo que Manuel siente y piensa.
Y como él no suele expresar tan fácilmente sus sentimientos, para saber lo que realmente piensa cuando se entere de esta noticia, recurrirá a su amiga Silvia, con quien comparte departamento, quien le conseguirá por medio de su trabajo y “bajo cuerda” esa droga que asegura sinceridad absoluta y luego de un largo sueño la persona que ha pasado por ese trance, no recordará absolutamente nada.
Como justamente se trata de una comedia de enredos, las cosas que Berta se entere cuando Manuel tome la Burundanga tendrán consecuencias insospechadas. No sólo se enterará de ciertas cosas íntimas -que son las primeras que siempre despiertan curiosidad- sino que además su novio parece estar involucrado en un grupo bastante peligroso.
Galcerán propone un ritmo de comedia completamente alocado que no da respiro y una confusión va llevando a la otra y a medida que avanza la obra los personajes van quedando cada vez más enredados en las implicancias de un traspié tras otro.
Si bien la adaptación argentina del texto toma algunos temas en forma más ligera que en el texto original (en la adaptación española algunas connotaciones con la ETA hacen que suene mucho más fuerte), la puesta gana por la efectividad del elenco que se encuentra completamente dispuesto al juego y con un exacto timing para que todo ese “mecanismo de relojería” funcione a la perfección.
La versión porteña de “BURUNDANGA” está a cargo de Corina Fiorillo en la dirección, una brillante directora que ha transitado mayoritariamente textos dramáticos (sus realizaciones más aclamadas han sido las de “El principio de Arquímedes” “El Vestidor” “Nerium Park” “Tres” y la imponente “Tebas Land”) y apuesta nuevamente a la comedia después de su trabajo en “Carcajada Salvaje” con Verónica Llinás y Darío Barassi.
En esta ocasión guarda una estructura de comedia más tradicional, no tan oscura como el texto de Durang, y que está apoyada fundamentalmente en una marcación más vinculada con el humor físico -el famoso slapstick de la comedia americana-, que apela a lo payasesco, a lo exagerado, a lo corporal, aun cuando también el texto propone también momentos de dardos verbales a toda velocidad.
Obviamente que Galcerán es un dramaturgo que nunca nos deja exentos de reflexión y por debajo de las carcajadas aparece un entramado que nos hace pensar en qué sucede cuándo la verdad se revela, hasta dónde queremos saber del otro y las implicancias que tiene conocer la “verdad y nada más que la verdad”.
El elenco que maneja Fiorillo viene de vertientes bien heterogéneas con lo cual su tarea aparenta haber sido manejar las energías de forma tal que la locura de la comedia no se traduzca en actuaciones en un permanente desborde y que si bien cada uno de sus actores maneja registros diferentes, poder acordar un tono común a todos, para el desarrollo de la historia.
A la que se la nota más “incomoda” en el elenco con esta propuesta de comedia disparatada es a Valentina Bassi que no logra encontrar el tono adecuado para su Berta y apela más a la estridencia que al humor más sofisticado.
Laura Novoa, como Silvia, logra desplegar buenos momentos de comedia (sobre todo en la segunda mitad de la obra donde tiene una participación más activa) y seguramente con el devenir de las funciones podrá corregir ciertos (pequeños) excesos, entendiendo que para la comedia, muchas veces se cumple lo de “menos es más”.
Pero “BURUNDANGA” cuenta con un terceto masculino completamente arrollador que conoce perfectamente el paño de la comedia y lo demuestra con creces.
En el rol de Manuel aparece Roberto Peloni con una destreza física admirable y un perfecto manejo para cada gag.
Peloni tiene en este caso la gran oportunidad de un protagónico fiel a su estilo, luego de notables trabajos en el terreno del teatro musical como su inolvidable composición de Lord Farquaard en “Shrek” o el Dr. Frank N. Furter de “The Rocky horror show” pasando por “La Ofi” “El Feo” o su brillante secundario en “Camarera”.
Bicho Gomez, como un amigo marplatense de Manuel, se apodera completamente de la escena y tiene un dominio de la comicidad y del gag físico que hace que no solamente se divierta él y sus compañeros en el escenario, sino que el público estalle de risa. Sus dotes circenses ayudan a armar una composición que brilla por su carisma y por la facilidad de encontrar el tono justo y ganarse rápidamente la complicidad con el público.
Roly Serrano cierra este trío, con una participación más pequeña durante la segunda parte, pero que realmente permite momentos desopilantes y que además lo muestran como un gran comediante y sabe aprovechar los momentos para destacarse y generar la carcajada.
Una propuesta divertida, pasatista –aunque con toques de reflexión- y fundamentalmente ideal para poder dejar afuera los problemas y reírse a carcajadas por un buen rato.
“BURUNDANGA”
De Jordi GALCERÀN
Elenco: Valentina BASSI, Bicho GOMEZ, Laura NOVOA, Roberto PELONI y la actuación especial de Roly SERRANO
Dirección: Corina FIORILLO
Asistente de Dirección: Roco SAENZ
Luces y sonido: Jorge RUFFA
Escenografía: Diego BENVENUTO
Vestidora: Sara del Valle FERREYRA
Multiteatro TABARIS COMAFI – Avenida Corrientes 831 – de Miércoles a Domingos
No es novedad que Roberto Fontanarrosa es uno de los autores argentinos con los que uno puede disfrutar de ese uso tan particular que hace del lenguaje, con una precisión y un estilo que lo distingue del resto, con una marca propia y única.
Esa perfección en la elección de la palabra justa, la coloratura costumbrista en la que nos reconocemos fácilmente y la veta cómica que se desprende de sus personajes, sin ninguna intención forzada o subrayada sino que completamente espontánea, hace que sus lectores adhieran sin concesiones a sus historias. Claramente Fontanarrosa escribía más pensando en el disfrute de su lector, que en la crítica o en cualquier pose que pudiese hacerlo escalar posiciones dentro del universo literario y eso es, justamente, lo que hace que el público adhiera automáticamente.
Recientemente cinco de sus cuentos fueron elegidos para una producción cinematográfica “Fontanarrosa, lo que se dice de un ídolo” y en este caso, la propuesta que realizaron Gonzalo Urtizberea y Guillermo Aragonés fue la de llevar cuatro de sus cuentos a escena, reunidos en “EL MUNDO HA VIVIDO EQUIVOCADO – 4 cuentos 4” dándole al rosarino más talentoso, el “Negro” Fontanarrosa, una nueva versión teatral para sus historias.
Bajo el manto del costumbrismo que maneja a la perfección, el autor despliega en sus diálogos temas tan nuestros como el machismo, la viveza criolla, la melancolía nacional y saca a la luz nuestras zonas más miserables con mucho humor y sin ningún dramatismo. Ese mundo por momentos imaginario, por momentos absurdo, le permite un registro singular que tiene pinceladas de grotesco y de parodia y que logra empujar siempre hasta el costado más ridículo de cada situación.
Pero también hace su anclaje en los sentimientos –y eso hace sus textos doblemente interesantes-, basado en ese agudo poder de observación que tenía sobre su propio grupo de amigos, aquellos que ocupaban la mítica mesa del bar El Cairo en Rosario. Todo ese universo digno de Fontanarrosa se conjuga inteligentemente en la elección de los cuatro cuentos que plantean Urtizberea y Aragonés para su puesta, en la que no solamente son los protagonistas sino que también los encuentra como directores.
El espectáculo abre con “Toda La Verdad”, una historia que narra el vínculo entre Clara (Guillermo Aragonés) y su hijo Ricardo (Gonzalo Urtizberea), en una madrugada en la cual el hijo regresa de estar con los amigos que son considerados la “malayunta” personificada e intenta eludir el persistente interrogatorio de su madre. El espíritu del sainete que atraviesa todo el cuento, permite que Aragonés se luzca con una madre antológica que despliega en iguales dosis ese espíritu maternal, el costado posesivo y su veta más castradora, al mismo tiempo, siendo una apertura perfecta en donde los actores disfrutan y lo transmiten al público.
Luego llegará el momento en que cada uno de los actores tome un monólogo y Gonzalo Urtizberea hace propias las palabras de un testigo en un juicio en “No sé si he sido claro“. Es el turno de un humor más picaresco que juega y desafía al doble sentido y a lo explícito, en esta historia en donde se interroga a este testigo refiriéndose a un personaje del pueblo muy bien dotado, que ha sabido ganar apuestas haciendo gala de su virilidad, pero que desemboca casi inusitadamente en un final trágico.
Urtizberea encuentra esa forma de decir el texto para que cada idea impacte en carcajada y medidamente instala la dosis justa de absurdo para que el texto se haga efectivo y gane el costado más delirante. Por su parte, Aragonés elige “Ulpidio Vega“, un guapo con aires tangueros que relata el enfrentamiento de dos hermanos por el amor de una mujer que sólo Fontanarrosa puede describir tan acertadamente.
Finalmente el espectáculo vuelve a reunir a los dos protagonistas en el último cuento “El mundo ha vivido equivocado“, uno de esos grandes clásicos que demuestran ese agudo poder de observación sobre esa figura arquetípica del galán porteño –porque no argentino- en pleno “levante”. Dos amigos, Hugo (Guillermo Aragonés) y Pipo (Gonzalo Urtizberea) fantasean una estadía en una isla del Caribe en donde se plantean cómo conquistar a una mujer de ensueño para vivir un día verdaderamente perfecto.
Como cierre del espectáculo, Aragonés y Urtizberea demuestran tener la química necesaria y el timing que el cuento requiere para que frente al relato desbordado y meticuloso de Hugo, Pipo vaya haciendo las acotaciones justas y necesarias donde Fontanarrosa despliega su más ácido sentido del humor sobre estas criaturas mitad patéticas, mitad entrañables.
Con una puesta completamente minimalista, los actores se sirven sólo del texto para desplegar dos excelentes interpretaciones y vivir por un poco más de una hora esa sensación que da sumergirse en el mundo de Fontanarrosa y pasar una rato de puro humor en donde nos vemos reflejados en más de una situación.
“EL MUNDO HA VIVIDO EQUIVOCADO – 4 cuentos 4”
Autor: Roberto FONTANARROSA
Protagonistas: Gonzalo URTIZBEREA, Guillermo ARAGONES
Vestuario: Esmeralda ARAGONES
Asistente de dirección: María Verónica FELICI
Dirección: Guillermo ARAGONES, Gonzalo URTIZBEREA
EL METODO KAIROS – El Salvador 4530 – Domingos 16.00 hs