26/5/18
Por Ian Gutierrez @ianveneno de Bway Trip
La existencia de nuevas propuestas de Teatro Musical en Buenos Aires es siempre un motivo de celebración. Estos espectáculos, tan complejos de llevar a cabo, exigen un elenco talentoso, una inversión monetaria importante y la toma de buenas decisiones. Chicas de New York es un acierto de los primeros dos requerimientos, pero lamentablemente hace agua en lo tercero.
Bajo la dirección de Ariel Ciocco y Hernán Bonsergent (Libro del propio Bonsergent) la obra nos transporta a 1930 para contarnos la historia de Mary (Noli Rodriguez), Betty (Lorena Paola), Peggy (Denise Depauli) y Julie (Julieta Gelmini), bailarinas de un Night Club de Manhattan que deciden huir a Buenos Aires en busca del padre de una de ellas (que, casualmente, maneja un cabaret porteño en decadencia). Una vez allí, habrá enredos, desencuentros y una historia de amor por descubrir.
La historia es sencilla, por momentos simpática, pero se extiende deliberadamente formando un arco tan amplio que no parece cerrar nunca, y eso la termina matando.
En un esfuerzo por incluir la mayor cantidad de canciones (el repertorio se basa en éxitos de la década del 50/60) las escenas, léjos de generar un contexto coherente, terminan siendo un pastiche incomprensible en donde los personajes se encuentran cantando hits de El Club del Clan mientras relatan hechos que, supuestamente, transcurren en los años 30, anacronismo que no ayuda.
Estamos ante una obra confusa. Inconsistente. Con muchos problemas de edición. Personajes cuyas líneas argumentales no llevan a ningún lado y segmentos forzados sólo para incluir una nueva canción (que nos resulta conocida, claro, y tarareamos desde algún rincón de nuestra memoria).
El espectáculo abre con lo que, a nuestro entender, es su aspecto más acertado: Las coreografías. El trabajo de Rodrigo Villani, ejecutado por un cuerpo de baile de excelencia, es impecable, criterioso e imaginativo, y sale al rescate de cuadros musicales (aún los más tediosos e innecesarios) elevándolos a un nivel en el que se tornan agradables al ojo del espectador.
El vestuario a cargo de Mariana Anadon y Marta Dieguez es bellísimo. El nivel de detalle en los bordados de la corsetería que visten a Mary (Noli Rodriguez), Betty (Lorena Paola), Peggy (Denise Depauli) y Julie (Julieta Gelmini), nuestras protagonistas, es brillante y se luce.
No podría terminar este artículo sin mencionar a Lorena Paola que, desde un rol más bien secundario, despliega toda su experiencia en el campo teatral y se sube a su personaje con total comprensión del timming de comedia y gran habilidad para la improvisación. Verla en escena es un deleite.
Lo que decíamos al comienzo, decisiones: Con una extensión exagerada (sin intervalo), un libro muy ”tirado de los pelos”, exceso de personajes y momentos inexplicables, Chicas de New York intenta ser un Jukebox Musical, un sainete, un Music Hall, pero falla en construir una identidad propia.
Calificación: Regular
“Chicas de New York” se presenta los viernes, sábados y domingos en el Teatro Lude (Montevideo 842) a las 20:30.

