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TEATRO: Reseña de ‘Un paso atrás’

Por Valeria Massimino

Ver teatro independiente siempre hace bien al alma. Esta vez visitamos Teatro Border para ver Un paso atrás, obra de Matías Vitali, quien escribe, dirige y también actúa. Con un elenco numeroso, la pieza es intensa, conmueve y sacude. Hay mucho por decir, denunciar y contar, y la obra lo hace con un delicado equilibrio entre comedia y drama, incomodando al espectador con una mirada punzante y dolorosa sobre la realidad.

El teatro es comunicación, un llamado de atención, un espacio para despertar. Un paso atrás lo asume con valentía. Como dice la frase: “un paso atrás, pero solo para tomar envión”. No hay que retroceder. No más vendas en los ojos, y recordar que siempre hay que mirar de frente y seguir luchando, especialmente en estos tiempos.

De qué trata

Joaquín, un docente de primaria, queda envuelto en un escándalo tras la filtración de sus videos en OnlyFans. Al borde del suicidio después de ingerir una sobredosis de pastillas, su decisión se ve interrumpida por una inesperada fiesta sorpresa —de la que nadie parece querer irse— y por un grupo de padres que se atrinchera en su casa.

Una experiencia intensa

El relato se mueve entre saltos temporales que exigen atención: cada detalle importa y cada palabra cuenta. Con diálogos abundantes, la obra mezcla risas, grotesco y absurdo, que lejos de alejar, acerca al espectador a la incomodidad que propone. Incluso los personajes se animan a cantar, sumando capas a la experiencia. Son dos horas en las que el mensaje se afirma con fuerza y llega directo al público.

Todas las actuaciones están a la altura. Cada personaje tiene historia, profundidad, varios momentos para brillar y mostrar su pesar. Matías Vitali pisa el escenario con fuerza y seguridad; las tablas parecen su lugar en el mundo, comprometido tanto con su personaje como con el mensaje que desea transmitir. También sobresalen la naturalidad y virtuosismo de Silvina Galas y Silvina Jontef, así como el histrionismo de Alejandro Souto, Gabriel Ahumada y Sol Castiello, quienes aportan energía y carisma a cada escena.

Un teatro necesario

Entre risas incómodas y reflexiones que no dejan indiferente, Un paso atrás aborda con inteligencia y valentía temáticas que muchas veces se esconden: identidad, exclusión, la presión de los prejuicios sociales, la idea de la familia “perfecta” (donde todos se odian), y las apariencias que cultivamos. Ambientada en Santa Teresita, un pueblo donde todo se sabe y los secretos parecen multiplicarse, la obra muestra cómo estallan las tensiones cuando lo privado se vuelve público. Con humor ácido y una mirada incisiva sobre la condición humana, más que una comedia, es una experiencia que desafía al espectador y reafirma por qué el teatro sigue siendo un espacio de resistencia, imprescindible para no repetir los errores del pasado.


TODOS LOS SABADOS 22 HORAS
EN TEATRO BORDER Godoy Cruz 1838, CABA.
ENTRADAS: https://tinyurl.com/58hk342r




Jauría Teatro es una compañía teatral fundada por Matías Vitali y Alejandro Souto.

Desde el 2007 producen espectáculos en el circuito de teatro off. Normalmente, la compañía realiza puestas en escena sobre la dramaturgia del mismo director, Matías Vitali. Llevan más de una docena de espectáculos estrenados a la fecha.

Realizaron temporadas localmente en la Ciudad de Buenos Aires y funciones de gira en el Conurbano Bonaerense, por las provincias y en Uruguay, donde fueron invitados a realizar presentaciones e impartir seminarios. La búsqueda estética tiene que ver con el desarrollo de nuevas poéticas y la ruptura y reutilización de convenciones. Los procesos creativos suelen ser arduos, de mucha búsqueda y ensayo, llevando al extremo mecanismos de producción inusuales en el teatro independiente de Argentina.

Ficha técnica

Elenco: Agustín Friedt, Alejandro Souto, Araceli Napoli, Clarisa Portaluppi, Diego Nardomarino, Flora Aylen, Florencia Weiss, Gabriel Nicolás Ahumada, Laura Laiguera, Leandro Patané, Mara González, Maru Boggio, Matias Vitali, Nicolas Cogo, Silvina Galas, Silvina Jontef, Sol Castiello.

Fotografía: Laura Laiguera y Matías Vitali

Diseño gráfico: Laura Laiguera

Diseño sonoro: Matías Vitali

Escenografía e iluminación: Lucas Pardeau

Producción ejecutiva: Alejandro Souto y Matías Vitali

Asistente de dirección: Ana Laura Castañiza y Martina Amadeo Paz

Dramaturgia y dirección: Matías Vitali

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