28/10/16
Por Fer Casals
A seis años de su muerte, la figura de Néstor Kirchner sigue siendo relevante y material para el debate y la revisión. Mario Wainfeld, reconocido periodista de Pagina/12 construye en «Kirchner, el tipo que supo» una tesis acerca del político y su política. Una radiografía sin concesiones pero entrañable que aborda al personaje desde sus acciones públicas y las circunstancias que lo llevaron al sillón de Rivadavia pero que en ningún momento olvida al hombre detrás del momento histórico.
El motor que conduce el relato es la sospecha que Wainfeld tiene -y que es fácilmente comprobable – que mediática y judicialmente existe actualmente una negación de lo realizado durante la era kirchnerista, que busca convertir doce años de una historia muy rica en mejoras de las variables sociales en una anécdota judicial, o pero aún, una cortina de humo para tapar asociaciones ilícitas. Lo que se busca, argumenta Wainfeld, es borrar un ciclo político por episodios de corrupción aún en investigación, que todo gobierno tiene, tuvo y tendrá. Aquí y en cualquier parte del mundo.
En un segmento Wainfeld elige ejemplificar una idea acerca del contexto social que definen un momento en la historia de un político y en definitiva de un país, con una carta que Perón le envió a Evita el 13 de octubre de 1945 durante su detención en la isla Martín García, en la cual le dice: “Mi tesoro adorado, hoy le he escrito a Farrell (en ese momento presidente) pidiéndole que me acelere el retiro; en cuanto salga nos casamos y nos iremos a cualquier parte a vivir tranquilos. (…) Tené calma y aprendé a esperar. Esto terminará y la vida será nuestra”. Cuatro días después sucede lo que todos sabemos. Esta carta le sirve a Wainfeld para demostrar que inclusive estos políticos de raza como Perón -y también Kirchner- a veces no pueden anticipar lo que está por suceder, generado por el propio pueblo que buscan gobernar. La metáfora que usa Wainfeld sobre Kirchner es la de una carambola en la historia, dado su particular arribo al máximo poder.
Ameno y escapando a la cronología, el libro resulta una mirada imprescindible para conocer más al hombre clave de un momento bisagra en la historia de la patria, irrepetible y único como la impronta del «pingüino».
