La banda más excitante de la escena local sube la apuesta. Aquello que «Hola» (2013) prometía se hace carne y melodía en «La rabia que sentimos es el amor que nos quitan». Hay algo que atraviesa todo el disco: la sensación de total libertad que es justamente algo muy difícil de encontrar en las bandas actuales. Si bien pueden reconocerse en ellos influencias como Nirvana, Pixies o TTM, Los Rusos son su propia cosa, su mezcla personal que converge en emociones sacadas y letras ancladas en la vida en sociedad, el amor y la fraternidad. Verlos en vivo es además un experiencia vital. No traten de ponerlos en un subgénero específico, Los Rusos hacen rock, desde la actitud hasta lo que sale por los parlantes. «Snowball» que abre el disco es la primera trompada, le sigue el hit (!?) «Halloween», canciones destinadas al culto como «Cráneo», y no falta lugar a la experimentación como en la voladora «Luna». 10 canciones cortas y certeras y un himno: «Los pibe». También hay lugar para un cover emancipado de ataduras formales de Plastic Ono Band. Esta carrera enérgica recién empieza, suban a este vehículo fuera de control de la mano de este álbum antes que sea demasiado tarde y recuerden que LRHDP aman lo que hacen porque van a morir.
Texto y Fotos: Fer Casals
