11/5/17
Por Ailín Escolá
El cálido teatro El Popular nos abre las puertas en el lluvioso domingo pasado para festejar su tan esperado 5to aniversario.
Llego con retraso y con una fina capa de lluvia sobre el tapado. Entro ansiosa a este nuevo lugar que me agrada ya desde la puerta, con su tipografía, sus colores y sus luces. En el hall me reciben unos cuantos acordes arrabaleros. Continúo hasta toparme con un elegante tanguero que interpreta «Los cosos de a’lao». Está sentado solo, con la escenografía de alguna obra detrás y al lado, un bonito taller enrejado se deja ver.
Mientras el tango recorre las paredes del teatro y nos abraza entre sus nostalgias y protestas por algún mal amor no correspondido, subo las escaleras hasta el primer piso.
Invaden los aromas a rica comida y bebida. Me sirven amablemente una copa de vino. Unos sandwiches de pernil que no solo se desarma en el paladar sino que se funde y se enamora del tinto.
Una gran multitud de gente, pese al mal tiempo, va ingresando a la sala Discépolo, y yo con ellos. Es una sala amplia que nos espera con unos maduros milongueros, los mismos que hace cinco años habían dado inauguración al teatro.
A ese garaje que luego de esfuerzos y tiempo se convirtió en el hermoso teatro El Popular, que es hoy. Unos videos conmemorativos nos muestran dicho esfuerzo a manos de Jorge Valencia, su fundador, Héctor Calmet, el arquitecto Marcelo López y su directora artística Ana Valencia. Quien presentó al gran equipo de trabajadores del arte que colaboraron en el espacio.
«Desde que abrimos nos aumentaron los impuestos más de 5 veces. No conseguimos una habilitación definitiva, a pesar de tener todo en regla y seguir todas las condiciones. Esto no es de casualidad, no es contra esta sala (es contra la cultura en general, agrego yo) es una política de estado» comenta Ana.
Luego más vídeos nos muestran las obras de teatro y demás eventos culturales que pasaron allí. Más tarde se dio lugar al concurso “Estampas de la Argentina Actual 2”, cuyos ganadores fueron Chancletas, de Fabián Rodolfo Manuel Fernández Barreyro, con el primer premio. En el segundo premio Ecuestre (hípica de la fortuna), de Isabel Sala y el tercer premio a El visitante, de Marcelo Galliano. También dos menciones especiales para La Huelga, de Fernando Antonio Casiraghi y Una porción de sol, de Leticia Inés Arbelo.
Entre los ganadores y el equipo del teatro se finalizó la gala cantando el feliz cumple años alrededor de una lindisima torta.
