Por Ezequiel Tozzi
¿Qué hubiera ocurrido si los dinosaurios jamás se hubieran extinguido? Así comienza la película de Pixar dirigida por Peter Sohn, pero quitando esta propuesta original y sus logros visuales, la historia recae en la fórmula simplista de los clásicos de Disney, asemejándola más a El Rey León que a perlas como Up o Buscando a Nemo.
Arlo, un pequeño y temeroso dinosaurio, pierde a su padre en un trágico accidente (casi idéntico a El Rey León, incluso también se le aparece como fantasma) y sintiendo que fue su culpa, intenta demostrarle a su familia que él no es un cobarde. Sin embargo, al intentar exterminar a una pequeña alimaña (un niño humano) que se come su cosecha, cae al río y se pierde.
Para regresar a casa, Arlo deberá confiar en los instintos del niño, su nueva… ¿mascota? , y aprender a superar sus miedos. En este punto esta road movie comienza a tomar elementos del western, no solo porque los paisajes se filmaron en el oeste de Estados Unidos, sino porque la música y la historia acompañan. En este mundo alternativo, los dinosaurios son los seres pensantes, quienes hablan, socializan, construyen y cosechan. Mientras la familia de Arlo son granjeros (porque son herbívoros) hay carnívoros que son ganaderos y carroñeros que son saqueadores. De allí que podemos asistir a un clásico arreo de ganado junto a tres T Rex o ver a la hermana de Arlo arar un campo para sembrar maíz.
Como toda aventura de viaje, el joven dinosaurio se cruza con variados personajes, pero a diferencia de Buscando a Nemo estos aportan muy poco a una historia tan lineal que sentimos que le sobran 20 minutos. Quizás si no se tratara de Pixar, la miraríamos con otros ojos, pero nos acostumbramos a esperar esos guiños o gags a los que tanto nos acostumbraron, pero que aquí brillan por su ausencia.
Al final, Un gran dinosaurio resulta ser una bella experiencia visual, muy recomendada para ver en 3D, pero sin ninguna sorpresa narrativa. Previsible de principio a fin, destacando cuestiones como superar los miedos y poner a la familia ante todo. Obviamente, no entra en la categoría de filmes memorables para niños, pero tiene suficientes elementos para entretener y hacer pasar un buen momento a la familia.
7 de 10
