A siete meses de asumir como presidente del INCAA, Pirovano, economista especializado en microeconomía, finanzas y planeamiento estratégico, no solo demuestra una profunda comprensión de los sistemas de fomento y el marco regulatorio, sino que también posee un vasto conocimiento cultural. Durante la entrevista, abordó de manera clara y contundente los desafíos y oportunidades que enfrenta la industria cinematográfica en Argentina.Desde el inicio, Pirovano resaltó un problema que ha sido constante: la ineficiencia en la administración de los recursos. “Se gastó el 80% del presupuesto en sueldos y alquiler de oficinas. ¿Quién estaba desfinanciando al INCAA?”, cuestiona, al señalar que el verdadero fomento de la industria audiovisual se vio obstaculizado por estos gastos operativos excesivos. En su diagnóstico, la promoción de la industria necesita ser gestionada de manera más eficiente, y subraya la importancia de tener a las personas adecuadas para cada rol: “Un director sabe dirigir, un fotógrafo sabe sacar fotos, pero ninguno ha estudiado sistemas de fomento. Un economista sí, y yo lo he estudiado”. Pirovano se muestra confiado en su capacidad para implementar mecanismos de promoción que realmente impulsen al sector.
A lo largo de la entrevista, Pirovano fue claro al desglosar su visión sobre a quién debe dirigirse el apoyo del Estado. “Si sos un cineasta exitoso y tu película la ven 3 millones de personas, no necesitás ayuda. Si sos un cineasta deficiente, que hace productos que a la gente no le gusta, también está mal ayudarte”, afirmó. Su enfoque apunta principalmente a los nuevos talentos: “Debemos ayudar a quien está empezando, que egresa y tiene que construirse una reputación. Mostrar sus capacidades lleva tiempo”. Este compromiso se traduce en la reactivación de los concursos, que estuvieron paralizados durante los últimos cuatro años.
Las cifras sobre la taquilla nacional también preocupan. En 2023, el cine argentino representó solo un 7% de la taquilla total, y si se excluyen éxitos puntuales como Elijo Creer y Muchachos, la participación baja a un 4%. “En 2024, las películas con apoyo del INCAA no llegaron al 2%”,reveló, enfatizando que la industria necesita reestructurarse para recuperar su atractivo frente al público local.
Pirovano no se limita a diagnosticar los problemas. También expone soluciones. Uno de los proyectos más ambiciosos es la restauración y digitalización de la Cinemateca Nacional, una tarea que considera vital para preservar el patrimonio audiovisual del país. “La Cinemateca se va a mejorar, va a llevar tiempo. Estaba todo en condiciones deplorables”, aseguró, reafirmando su compromiso con la preservación cultural.
Su crítica hacia los mecanismos de fomento anteriores es contundente: “Antes, si hacías una película, no importaba si alguien la veía, te llevabas el subsidio sin rendición de cuentas. Se entregaba la copia original y te daban 50 mil dólares.”
Esta falta de controles no solo llevó a la producción de películas sin audiencia, sino que también contribuyó a un sistema ineficiente. En cifras, Pirovano recordó que de las 236 películas estrenadas en 2023, 100 fueron vistas por menos de 1.000 personas.
Al abordar el contexto internacional, destacó la supremacía del cine estadounidense en taquilla: “Estados Unidos hizo 1.000 películas el año pasado, y Europa 2.400, pero el 70% de la taquilla europea fueron películas americanas. Acá, el 90% de la taquilla también”. Esta tendencia refleja el reto que enfrenta la cinematografía local frente a la dominancia global de las producciones norteamericanas.
También nos contó que series le gustaron a él este año, y las elegidas fueron, The Bear y The Marvelous Mrs. Maisel, las cuales disfrutó recientemente. Con su pragmatismo habitual, Pirovano concluyó con una reflexión sobre el papel del Estado en la industria: “Es muy importante entender que el Estado tiene que tener un rol fundamental en la detección y desarrollo de los talentos, y eso se ha descuidado mucho”. Si bien reconoce la importancia del apoyo gubernamental, también resalta que muchas de las grandes corrientes cinematográficas surgieron sin ayuda institucional, mencionando el neorrealismo italiano como ejemplo.
Pirovano finaliza con una frase que invita a la reflexión: “con mucha plata podés esconder muchas cosas; cuando no tenés plata, tenés que tener una buena historia”.
Tiene toda la razón!