CINE: Reseña de ‘MORBIUS’

Por Damian Aspeleiter

Soy fan de ver películas malas en el cine, he ido a ver películas como Drácula: historia jamás contada (Drácula: Untold, Gary Shore, 2014) y Yo, Frankenstein (I Frankenstein, Stuart Beattie, 2014) y jamás sentí culpa, eran malas de antemano y yo lo sabía, es más las disfrute mientras duraron y cuando salí del cine me olvidé de ellas.

La aparición de sistemas digitales y de servicios de streaming hace más difícil apreciar estas películas en cine ya que su disponibilidad es masiva convirtiendo a la erogación de una entrada por ellas en un gasto innecesario y problemático. Estamos en una época en la que ir al cine debe estar justificado no solo por la experiencia sino también por lo que se nos ofrece en pantalla y Morbius es una película que no ofrece nada, menos aún que las películas antes mencionadas.  

Morbius es una película que no excede los primeros veinte minutos de interés, que pasada la presentación de los personajes pierde totalmente el interés y se vuelve monotemática, ya que tiene una sola cosa que contar y que no presenta ningún conflicto abierto y en el cual los personajes secundarios no cumplen ninguna función.

En cuanto al cómic el origen dado en la película se parece, pero con sutiles diferencias, al dado por Roy Thomas y Gil Kane al personaje. En las páginas de Amazing Spiderman Nº 101 vimos a Michael Morbius, un bioquímico griego galardonado ganador del Premio Nobel por sus investigaciones sobre la sangre, se estaba muriendo a causa de una extraña enfermedad que disolvía sus células sanguíneas.

Durante mucho tiempo intentó, sin éxito, ralentizar los efectos de su enfermedad destilando ciertas sustancias de la sangre de murciélagos vampiro. Cierta noche, Morbius, ayudado por su amigo Emil Nikos (en la película es Milo o Lucien) y su novia Martine Bancroft, se sometió a un tratamiento de shock para estimular la creación de glóbulos rojos, pero la electricidad catalizó las substancias que ya se había inoculado y cambiaron radicalmente su estructura biológica, convirtiéndolo en algo diferente. A partir de ahí comienza en el cómic el derrotero de Michael enfrentando a seres oscuros como Marie Laveau, Ghost Rider, Nightmare, Mefisto y el mismísimo Blade. La mayoría de las veces prevalece la humanidad de Michael haciendo que colabore con otros héroes como Punisher y Spiderman.

Si bien la película toma muchas cosas del cómic como el carácter benévolo del personaje y su voluntad de hacer siempre el bien, juega con la historia del amigo/enemigo y nos presenta a Milo como el antagonista, algo que ciertamente no tiene mucho sentido.

Milo el rival de Morbius pasa de ser un hombre bueno, temeroso de su enfermedad, pero sin el afán de hacer daño, a ser un ser sanguinario y cruel sin ninguna justificación y eso es lo que convierte a la película en un sinsentido a partir de la revelación de los poderes del personaje.

De alguna manera la película retoma el plot del Dr. Connors de El Sorprendente Hombre Araña (Amazing Spiderman, Marc Webb, 2012) pero sin la locura y el mesianismo, o sea que ni siquiera se la puede acusar de originalidad.

Es una película con guión que no ofrece nada, curiosamente escrito por el guionista de Drácula Untold, visualmente también es pobre ya que donde podría haber sacado ventajas, es decir en las escenas de acción se vuelve incomprensible y vertiginosa. El diseño de producción es genérico y no se diferencia mucho de otras películas del estudio como Venom (Venom, Rubén Fleischer, 2018) y la fotografía es casi inexistente ya que es demasiado evidente la utilización de pantalla verde. Morbius es una película que no presenta ningún atractivo desde la producción ni el guión y que tal vez sólo es salvable por las actuaciones de los protagonistas.

Hay una química buena entre los actores Matt Smith, Adria Arjona y Jared Leto, pero no alcanza y tal vez es contraproducente porque nos lleva a preguntarnos qué habría sido de estos personajes con un buen guión. Al final de la película se nos revela que está situada en el mismo universo que Amazing Spiderman y Venom, pero eso no basta para hacerla interesante. Es como si Sony quisiera copiar la fórmula de Marvel, pero no desde la construcción de personajes o una buena historia, solo desde las escenas post crédito que si no vienen acompañadas de una buena película no son más que una pérdida de tiempo.

El género de vampiros con toques de ciencia ficción ha dado buenas películas, como Vampiros de día (Daybreakers, Michael Spierig-Peter Spierig, 2009), que proponían un guión interesante y entretenían, pero Morbius no es una de ellas.

3 de 10

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