20/4/2016
Referente político del partido Demócrata desde que ejerció como defensor público primero, y luego como el primer Alcalde electo del partido desde 1993. La popularidad de Bill de Blasio lo colocó en los primeros planos de la Campaña Presidencial de este año, acompañando la candidatura de Hillary Clinton. Hablamos con él en un acto en favor de la ex-Secretaria de Estado, en la Federación Unida de Maestros (UFT) en la calle Broadway, pleno Bajo Manhattan.
Bill de Blasio se mueve como pez en el agua entre la gente que lo toca, le habla y lo tironea para tomarse una selfie. Con casi treinta años en política conoce bien cómo manejar estas situaciones y la importancia que tiene ese feedback con los votantes. En su discurso -acompañado por el Diputado y Secretario de Desarrollo Urbano Joaquín Castro, Demócrata de Texas, Mathieu Eugene del Concejo Deliberante, La Presidenta del Manhattan Borough, Gale Brewer, la Asambleísta Joanne Simon, y el Presidente de la Federación Unida de Maestros (UFT) Michael Mulgrew– reafirmó su apoyo a Hillary Clinton y expuso sus razones hacia los votantes pensando en las primarias que se desarrollaron ayer (19/4) y donde Clinton ganó con más del 60% de los votos.
Robby Mook, Jefe de campaña de Clinton, lo presentó como «el más grande Alcalde que tuvo la ciudad», porque en tiempos de campaña, la hipérbole nunca es suficiente.
Mook continuó: «Él hizo campaña puerta a puerta en Iowa, literalmente miles de puertas», algo impensado para un político de su estatura. Consultado por Revista Meta sobre este nivel de compromiso con la candidata, De Blasio respondió con seguridad: «Si alguien tiene dudas acerca del entusiasmo que ha generado esta campaña y Hillary -no sólo en mi- hay que ver los números: dos millones y medio de votantes han apoyado a Hillary, y en esta temporada de primarias es lo único que importa».
De Blasio que manejó la campaña de Clinton para el Senado en el año 2000, conoce mejor que nadie a la candidata, su relación no sólo es política, es de amistad. Elogió a Clinton por su dureza y honestidad e hizo hincapié en la importancia de la militancia para conseguir el voto de los que aún no se decidieron. Y respondiendo a una de las mayores críticas de su competidor Bernie Sanders, De Blasio aseguró que Clinton será dura con Wall Street: «Es el momento que los ricos paguen la misma cuota de impuestos que el resto debe pagar».
El elefante rosa en la habitación fue Sanders, al que se refirió como «el otro tipo» y subiendo la apuesta remarcó: «Es de Vermont, ahí no saben ni lo que es una Metrocard» (la SUBE de los neoyorkinos).
Acerca de las credenciales «proges» de Hillary respondió: «Recién ahora (Sanders) está aprendiendo acerca de la gente y las razas. Hillary viene haciéndolo desde hace mucho tiempo, ella es tan progresista como cualquiera que imaginen». Hillary Clinton tiene una sólida plataforma progresista que va a hacer un cambio real para este país, un verdadero cambio para esta ciudad. Y continuó: «La clave de esta elección es la participación, y tenemos cientos y cientos de voluntarios aquí esta noche que están inscribiéndose para hacer posible el cambio, vamos a ir de puerta en puerta, y vamos llamar por teléfono a todos los ciudadanos».
¿Cómo se gana una elección tan peleada en todos los frentes? De Blasio tiene una visión algo romántica al respecto: «Persuasión de humano a humano, de corazón a corazón, eso va a llevar a la gente a convertirla en la primera Presidenta del país». Para el Alcalde algunas razones por la cuales Hillary es la candidata perfecta para este momento de Estados Unidos en particular es «el hecho de que las familias trabajadoras están perdiendo poder adquisitivo, necesitamos asignaciones familiares, mejores licencias laborales por enfermedad y maternidad.» Y recordando la frase de campaña de Bill Clinton en 1992 «Es la economía, estúpido» concluyó: «Necesitamos más equidad en nuestra economía, Hillary siente las necesidades de la gente en su corazón».
Custodiado de cerca por tres agentes del servicio secreto y rodeado por militantes demócratas De Blasio dejó el recinto luego de un encendido discurso que fue interrumpido brevemente por una ONG que pedía por los derechos de los inmigrantes al grito de «Educación, no deportación».
Mientras la pelea por la candidatura presidencial entre Hillary Clinton y Bernie Sanders continúa, De Blasio busca su destino político entre la reelección como Alcalde neoyorkino y un puesto en el gabinete de un potencial Gobierno Clinton.
Por: Fer Casals y Valeria Massimino.
