Por Marcelo Cafferata
ESTO ES TAN SOLO LA MITAD DE TODO AQUELLO QUE ME CONTASTE
De Pablo Bellocchio
Dirigida por Gastón Cocchiarale
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La nueva puesta del texto de Bellocchio decide unir lo que antes se había presentado como dos obras diferentes, entrecruzando a estas dos familias que están dos cuartos separados, las dos mitades de una misma historia, los seis hijos de Piero Lascia, sus seis hijos, se (re)encontrarán en su velorio.
Dos hijos de su primer matrimonio en la provincia de San Juan que no lo han visto nunca más desde su partida, se acercan junto con su medio hermano (de una segunda relación de su madre) a Buenos Aires, en donde se encuentran los otros cuatro hijos de Piero, producto de una unión posterior.
La dramaturgia de Bellochio carga fuertemente las tintas en esos seis hijos, atravesando problemas diversos (temas financieros, separaciones, situaciones que los avergüenzan y no pueden poner en palabras, ocultamientos) y subrayando en todos ellos la necesidad de que tengan una fuerte carga dramática.
Seis hermanos atrapados no sólo en el dolor de la muerte de su padre (que para algunos de ellos terminará siendo un hecho menor) sino viviendo momentos de quiebre en sus vidas personales que no pueden resolver tan fácilmente y muchos de ellos ni siquiera pudiendo expresar lo que les pasa, sumado a un secreto familiar muy importante, que no se ha revelado todavía.
Gastón Cocchiarale propone una puesta en escena tradicional, dando relevancia a los pequeños momentos de humor que propone el texto que operan en forma saludable ante tanto dramatismo y resuelve muy efectivamente el lazo entre los dos textos -con algunos pequeños guiños en donde las dos familias se entrecruzan en forma delicada y funcional-.
Al mismo tiempo, queda atrapado en algunas sinuosidades del texto en donde se subraya demasiado y se refuerza con explicaciones redundantes, todo lo que acontece, sin poder alivianar y dinamizar esos tramos en donde debiese primar un acto, antes que la palabra explicándolo todo.
En las actuaciones, tampoco se logra un registro homogéneo ni entre todo el elenco ni dentro de cada historia. Si bien, obviamente, el temperamento de los hermanos es diferente, aquellos actores que parecen haber comprendido más la propuesta del texto y trabajan desde la ironía y no desde el dramatismo, ganan una mayor libertad en la construcción del personaje. Es así como Matías Leites (Marcos) en la primera parte y Malena López (Bianca) y Sebastián Bauza (Felipe) en la segunda, logran composiciones menos acartonadas y más naturales, fluidas y espontáneas.
“ESTO ES TAN SOLO LA MITAD DE TODO AQUELLO QUE ME CONTASTE” trabaja de esta forma sobre el árbol familiar, los vínculos, la figura de un padre que ha estado presente para unos y ausente para otros, pero que de alguna manera ha dejado profundar marcas en la vida de cada uno de sus hijos.
ESTO ES TAN SOLO LA MITAD DE TODO AQUELLO QUE ME CONTASTE
El Método Kairós Teatro – El Salvador 4530 – CABA – Domingos 20:30 horas
TODO MAL
Dramaturgia y dirección: Leandro Orellano
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Una pareja, Juan y Beata, tiene después de algún breve tiempo de noviazgo, su primera noche de convivencia en la casa del novio. Dentro de la verborragia confesional de una noche “diferente”, Beata le avisa que vendrá un grupo de gente que ella conoce.
¿Amigos? ¿Una secta? ¿Extraños, aun siendo conocidos? Un grupo en donde Beata tuvo diferentes experiencias y del que incluso un viejo amor, ha formado parte. Ellos vienen a cumplir un ritual, un pacto de sangre que los aúna desde el pasado, con la figura de un líder / chamán / jefe, que hará cumplir ese objetivo.
Sobre esta base, Leandro Orellano desde la dramaturgia, invita a reflexionar sobre el hecho teatral en sí mismo: sobre la artificiosidad, la magia y la potencia de una ficción en escena donde gracias a ciertas convenciones, público y actores se funden en una experiencia en donde el juego es tomar distancia, o no, de lo que sucede en escena.
Si bien desde el texto la propuesta es disruptiva, diferente, interesante, y provocativa, jugando muy bien con esa incertidumbre de no saber a ciencia cierta lo que está sucediendo y no tener claro hacia dónde disparará la acción (poniéndonos en la piel del protagonista que ve invadido su departamento sin saber qué actitud tomar frente a este grupo), la puesta en escena del propio Orellano es confusa respecto de la idea rectora de la obra.
El grupo de actores oscila desde trabajos abordados en forma naturalista, a un tono marcadamente sobreactuado, con lo cual desde la platea se lo percibe falto de cohesión, como si la marcación de la dirección no hubiese sido demasiado clara. Es así como entonces, la ruptura que propone el texto, alejándose completamente y saludablemente de todas las convenciones, se confunde en el equipo de actores con un desborde y un griterío permanente (donde incluso a lo largo de toda la obra, unos hablan encima de otros y se torna incómodo entender el texto que se proponen decir), visualmente desprolijo y caótico.
“TODO MAL” apunta a desnudar el artificio teatral desde una propuesta innovadora y diferente y tiene, sobre todo en su momento final (donde se devela el enigma), una meta sólida que lamentablemente se empaña con la forma en que elige contarlo, con un grupo de actores entregados al juego pero que se pierden en una puesta confusa, siendo presos del propio caos al que la obra propone criticar.
TODO MAL
Espacio Callejón – Humahuaca 3579 – CABA – Lunes 20:30 horas.
