Por Damián Aspeleiter
«Ni para consumo irónico»
La historia de esta película nos traslada a Londres donde un grupo terrorista dueño de una muy avanzada tecnología roba un virus que puede llevar a la humanidad a su extinción con el único objetivo de segregar a los mas fuertes y dar el próximo paso en la evolución humana. ante este peligro la CIA le solicita ayuda Luke Hobbs, interpretado por Dwayne Jhonson y Deckar Shaw,interpretado por Jason Statham quienes no solo deben intentar salvar al mundo, sino también sobrevivir el uno al otro. Una película para amantes del género.
David Leitch nos trae una película que atrasa treinta años por lo tetosterónica y repetitivo del argumento que se puede encuadrar en el genero «músculos no cerebro» que se vuelve repetitivo y predecible: escena de accion, golpe bajo,escena de acción, humor barato, escena de acción, escena emotiva, escena de acción y final.
El guion pretende, de forma declamativa y simbólica, adecuarse a los tiempos que vivimos incorporando al personaje de Vanessa Kirby Hattie como contrapeso femenino para los protagonistas pero la construcción de personaje es tan torpe que se queda en la nada.
Sobre el villano fundamentalista de la evolución humana, no deja de llamar la atención que hayan inventado una poderosa organización encargada de hacer el mal ( como Spectre en Bond, como el sindicato en Misión Imposible) la cual por su torpeza parece caricaturesca ya que es rica en recursos pero al igual que el imperio en Star War es rica en soldados con mala puntería y poca inteligencia a la hora de enfrentar a dos hombres y una mujer.
Este film se encuadra dentro de un genero que parecía muerto y que obtuvo un segundo aire con la ya agotada saga de John Wick,de hecho uno de sus directores se encarga de llevar adelante este festival de lo absurdo cuyo nivel es tal que actores como Idris Elba, Helen Mirren y Ryan Reynolds terminan arrastrados en un guion nulo que no aporta nada mas que explosiones y chistes sin sentido.
Este es el tipo de películas que hacen apreciar el toque de calidad que le han dado al genero películas como la saga de Bourne, las Bond post casino Royale y Tom Cruise con su saga de Misión Imposible.
En Hobbs & Shaw todo es estrambótico, las escenas, los escenarios, las armas y la música que mas que generar clima y acompañar la acción molesta. Esta claro que al provenir del universo Fast & Furious uno no puede esperar un producto que se aleje de eso pero esta película parece un híbrido entre esa saga y Gi-Joe ya que los trajes, las armas y los escenarios en los que se manejan los villanos parece mas que nada el cuartel general del comandante Cobra que una locación cercana al realismo, hasta los villanos parecen caricaturas salidas de dibujos animados, tal vez porque al igual que Gi-Joe el espíritu de esta película es solo comercial y carece de alma.
¿Qué es lo malo en esto? lo malo es que esta película pretende ser emotiva y realista, lo cual vuelve mas inverosímil a la historia que se nos presenta, a tal punto que ni adentrándose en los códigos del genero uno puede conectarse con ella sin sentir que esta presenciando un espectáculo obsceno y absurdo.
David Leitch anteriormente estuvo a cargo de John Wick, Atomica y Deadpool 2 (tal vez su producto más inteligente), en todas ellas repitió su fórmula de violencia y tiros como única herramienta para hacer avanzar la narración y de alguna manera logro un producto mejor acabado en Hobbs & Shaw ni siquiera parece esforzarse.
4 de 10
