Cruising, jocosa proposición
Una ocurrente obra con un elenco singular masculino es la nueva propuesta del director, actor y dramaturgo Julián Arenas
Por Cristian A. Dominguez
La comedia tiene una temática gay partiendo del concepto americano “Cruising” donde los hombres se buscan para encuentros sexuales, conocerse o entablar una relación. Pero no todos los personajes son el clásico muchacho estereotipado, premisa en la cual se cae en casi toda obra que trata de reflejar a un homosexual. Aquí las interpretaciones tratan de lucir más naturales, reales y representan un sinfín de caracteres o cualidades de dicho ambiente. Se exponen temas no banales como la enfermedad en un paciente con HIV, la dificultad de encontrar una pareja, recuperar la vida sentimental luego de romper una relación y la hipocresía en la oculta bisexualidad de un joven pronto a casarse con su amada novia, sin faltar el respeto, de manera genuina con una alta dosis de comicidad.
Con un texto divertido, el director y autor logra entretener al espectador con una historia que se presenta superficial, pero esconde seriedad y dramatismo, aunque falla en dinámica, precisión y química entre algunas de las parejas que se representan. El grupo actoral es uniforme, cada uno lleva bien su personaje con ciertos momentos para el destaque, condición que alguno aprovecha mejor que otros. Fede Wagner logra una interpretación solvente y brilla en los grandes momentos de humor.
Pablo Scorcelli aporta la seriedad y la cuota justa en su labor con ingenuidad y vitalidad. Dos actores que sorprenden en naturalidad son Mauricio Camuglia y Esteban Lizaso. Pero no se puede dejar de subrayar es la creación de Sebastián Francini, el joven actor con gran experiencia y dúctiles herramientas en su tarea interpretativa, logra salvar un personaje bizarro, poco original, una mixtura de cosas ya vista en otras producciones pero que gracias a su talento se vuelve primordial para complementar el clásico dúo que forman Wagner y Arenas. La escenografía es justa para lograr una buena ambientación como así el sensual vestuario que aporta sensualidad a la puesta o la certera iluminación que enmarcan la trama.
Sin grandes moralejas, metas o invitación a una profunda reflexión, la obra se deja ver y logra su cometido esencial entretener al público. Una experiencia de empatía plena para el ambiente gay pero una invitación intrépida para que el auditorio heterosexual descubra que no importa la orientación sexual en estos tiempos todos tenemos las mismas necesidades, sentimientos y problemas. Mientras la sociedad en general madure y deje los prejuicios de lado, brindando a toda persona a mostrarse tal cual es o quiera ser.
Guión y dirección: Julián Arenas
Actúan: Julián Arenas, Mauricio Camuglia, Pablo Champagne, Diego Crevacuore, Federico Fernández Wagner, Sebastián Francini, Esteban Lisazo, Pablo Scorcelli, Rolando Tabares, Inti Zuñiga Cignetti
Diseño de escenografía: Fuentes Fernández Fotografía
Diseño de luces: Balbo Arenas