4/4/18
Hablamos con Martín Slipak, multifacético actor con una carrera en imparable ascenso. En la actualidad protagoniza en teatro y con gran éxito, Ejercicios fantásticos del Yo.
Entevista: Valeria Massimino
¿Cuándo nace tu pasión por la actuación ¿qué anécdota tenés de cuando eras chicos? Algún recuerdo para contar, ¿cómo era Martin de chico?
La pasión nació inmediatamente. El pedido de estudiar fue inconsciente. Sin demasiada explicación. Tenía una cuota histriónica bastante activa cuando era muy chico. No tengo demasiado claro si fui yo o mis papas me propusieron estudiar actuación. Pero la cuestión es que caí en lo de Hugo Midón. Y de ahí a lo de Nora Moseinco. Al año de estudiar actuación me incorpore a Magazine For Fai. Tenía ocho años y me acuerdo que pensé, esto es lo que me gusta, quiero hacer esto por mucho tiempo.
Cuando veo a la distancia ciertas situaciones caigo en la cuenta de lo chico que era. Pero a su vez me tomaba con muchísimo compromiso el trabajo. Me generaba obsesión. Fanatismo. Ponía en el trabajo todo el compromiso que no podía poner en la escuela. A su vez, el contacto con la gente grande, sus formas, sus temáticas, hacían que me cueste relacionarme con chicos de mi edad.
Con tanto compromiso y respeto me tomaba la profesión que una vez a los nueve años filmando Carola Casini me hice pis encima por no pedir cortar la filmación. Me habían vestido de marinerito y el pantalón se cerraba con un nudo. Un nudo bien ajustado para que no se caiga porque yo era flaquito, chiquitín. Pasaban las tomas y yo cada vez tenía más ganas de hacer pis. Pero me daba vergüenza pedir cortar la grabación. Así que cuando dijeron corte, corrí al baño. Pero el nudillo del pantalón no se dejaba desatar. Así que no me aguante. Se me escapó un poco en los pantalones del vestuario y los minutos que siguieron fueron eternos. Seguimos con otra escena y yo lo único que hacía era intentar secar el pantalón con distintos métodos adentro del baño. En un momento entró un técnico y le pregunté si se notaba, y me dijo: no, tranquilo. No pasa nada. No se nota. Así que volví paranoico a seguir actuando, pero nadie se dio cuenta de nada.
Ejercicios fantásticos del Yo, está en el Coliseo, con buenas críticas, a sala llena. No así fue la respuesta de los críticos y el público con la película Recreo… ¿Qué tanta importancia le das a las críticas?
Ejercicios (ver crítica AQUÍ) tuvo una respuesta increíble. Y eso es gratificante. La critica importa en tanto lleve gente a la obra. Pero uno tiene que saber distinguir. La critica también está influenciada por muchos factores. Subjetividad de los críticos y también conveniencias de los medios que las emiten. He visto obras asquerosas con críticas maravillosas porque los críticos eran amigos de los directores y he visto obras magnificas pasar desapercibidas por la crítica y el público. Por lo tanto es un tema que tomo con pinzas.
La crítica que más me interesa es la del público y la de mis colegas. Incluso muchas veces intuyo que dudan ciertos críticos y ciertos colegas sobre algunas obras. Ejercicios tiene muchos factores atractivos y prendieron. Recreo no tuvo malas críticas. Al público le encanto. A mí me encanta. Pasa que hay un tipo de películas que tienen como una suerte de blanco en el cine. Recreo es una de ellas. Y no es tan común encontrarlas en nuestro cine. Son películas comerciales que se dan ciertos permisos narrativos. Que no son necesariamente rupturistas, extrañas o renovadoras de un lenguaje, pero que juegan con elementos muy interesantes, que reflexionan y que son entretenidas. Los críticos tienden a juzgar esas películas. Te diría que son más benévolos con películas efectistas meramente comerciales que con películas que yacen en una zona más ambigua. Un crítico de no se que medio dijo en medio de la crítica de recreo que le daba bronca que el cine argentino no hable de la pobreza. Eso es una pelotudez. Hay miles de películas que reflejan la triste situación en la que vivimos. Recreo no. No hablaba de eso. Hablaba de las falencias de cierta clase media. Entonces hay te das cuenta que la crÍtica muchas veces está influenciada por intereses o líneas editoriales.
¿Cómo ves las nuevas políticas del INCAA?
No estoy adentrado ni soy un estudioso de las nuevas políticas, pero considero que cada día se filma en peores condiciones, que cada día cuesta más filmar, y que a las películas argentinas no se las cuida en sus estrenos. A su vez, me resulta preocupante que una película argentina haga cinco mil espectadores en la primera semana y las Sombras de Grey haga doscientos mil. Me resulta preocupante pensar que ese es un reflejo de los intereses culturales de esta sociedad.
¿Proyectos futuros?
Estoy ensayando La Tempestad en el San Martín y montando mi primer cortometraje como director, además de haciendo funciones de Ejercicios Fantásticos del Yo.
¿Una película?
Synecdoche, New York (Charlie Kaufman, 2010)
¿Que superhéroe desearías ser?
Caetano Veloso.
¿Si pudieras retroceder en el tiempo a que hecho histórico irías?
Al Mayo francés.
¿Una mujer?
Marilú Marini.
¿El peor final de una película?
Hace un tiempo vi una película argentina que venía muy muy bien. Ella buscaba a su madre que la había abandonado. Cuando la encuentra la mama le sonríe y la hace pasar a la casa, suena una musiquita linda. Me rompió las pelotas. No me caen bien los padres abandonados como para que les pongan musiquita linda.
¿Un libro?
El cazador oculto (The catcher in the rye, J. D. Salinger 1951)
¿Una bebida?
El whisky.
Lugar ideal para vacacionar…
Depende. El norte de uruguay está muy bien. Pero si tienes plata anda a conocer Amsterdam o Granada.
Actuar es…
Una expresión extraña y desesperada.
¿Un político?
Néstor Kirchner.
¿Crees en Dios?
Explicame que es dios y te digo sí creo.
¿Una META?
Vivir tranquilo.
