OLVIDÉ SAN TELMO: «Es difícil colocar en un género a nuestra música»


2/10/17


Olvidé San Telmo irrumpió en la escena local y rápidamente logro una base de público fiel que los sigue. Hablamos con Iván Deiana (charango, ronroco, sitar y coros) sobre el gran momento de la banda que se completa con Luis Fernando Chávez (voz, u-bass, accesorios), Matías Menarguez Insúa (batería), Carla Vera (Voz) y Román Lacrouts (ronroco, charango y voces). El viernes 3 de noviembre se presentan en el Teatro Caras y Caretas (Sarmiento 2037 a las 22hs) Entradas desde $200 en Tu Entrada


Entrevista: Matías Casata


¿Cómo arrancan la banda?

El charango era para mí es una nueva forma de comunicarme a través de la música, y encontré en Luis una dupla perfecta para poder retratar eso que me sucedía. Era el año 2013 y ahí se formaron las primeras canciones que iban a ser parte del primer disco “¿Dónde vas a estar?”.

Buscábamos ese nuevo sonido de los charangos como parte de la ciudad. Transmitir todo nuestro bagaje musical a través de los timbres del instrumento andino por excelencia que es el charango que tan lejos esta de lo que es Buenos Aires.

La banda tuvo su primer formación completa para el primer disco en 2014 y presentamos ese disco en 2015 y ahí empezó la bola que no se detuvo hasta hoy.

Usan varios instrumentos, algunos más «raros» que otros… ¿Cómo llegaron a ellos?

Después de una crisis con la música en la cual dejé de tocar y me dediqué a viajar un tiempo me encontré con el charango que por suerte me trajo de lleno a la música de nuevo.

El ronroco, al ser de la familia del charango vino rápido ya que la combinación con el charango a la hora de hacer contrapunto y crear armonía desde los arpegios es simplemente excelente.

El sitar llegó a mis manos porque hice un viaje largo a India en donde pude aprender a tocarlo y me di cuenta como se combinaba de una manera única con el charango y el ronroco. Y empecé a tocar temas del folklore latinoamericano con el sitar y funcionaban perfecto.

El u-bass llegó a la banda por la necesidad de tener un sonido grave que sentíamos que nos faltaba en esta nueva etapa (en el primer disco no tenemos bajo que es algo bastante peculiar para una banda), pero un bajo eléctrico no nos convencía y un contrabajo era una problemática logística, el u-bass fue la respuesta perfecta a nuestras necesidades, el sonido de un contrabajo en el espacio de un ekelele.

Combinan muchos estilos, pero ¿cuáles son sus principales referencias?

La música es una forma de comunicarse y tocar un solo un genero para nosotros es como perder herramientas para poder conversar. Dicho esto, El jazz es una base fuerte, hacemos muchas cosas en swing, el folklore suena también con algunos ritmos escondidos, el rock también pesa fuerte en nuestro bagaje musical, hay canciones que toman los compases irregulares del rock progresivo como “puente” o “viaje al norte” por ejemplo.

Pero la realidad es que los 5 estudiamos mucho y nos gusta estudiar las diferentes músicas por lo que muchas veces nos sorprendemos haciendo un ritmo balcánico, venezolano o español sin darnos cuenta y eso hace que sea a veces difícil colocar en un género a nuestra música.

Parecen una banda divertida, por ejemplo haciendo el charango a 7 manos ¿Cómo se les ocurrió? Además del tema de Michael Jackson, ¿tienen otros temas preparados?

Nos divertimos mucho al trabajar nuestra música y eso se ve reflejado en los shows. El charango a 7 manos comenzó como un chiste porque habíamos visto cosas similares en otros instrumentos más grandes y hacerlo en un charango era casi una parodia. Pero ensayo a ensayo la idea volvía y empezamos a probar cosas como un juego. Nos dimos cuenta que era muy divertido y lo hicimos por primera vez en la presentación de nuestro primer disco.

Siempre hacemos un potpurrí de canciones y vamos actualizando ese repertorio, hemos llegado a hacer Backstreet Boys! con coreografía y todo! Para la presentación del disco de noviembre se viene una nueva.



¿Cuál fue la sensación de llenar dos veces un teatro tan emblemático como el Maipo?

Sentimos que rompimos un poco con las estructuras dadas y eso es muy grato. El Maipo es un teatro muy emblemático pero se lo cataloga hoy en día con el teatro revista, por eso ir ahí y romper eso fue especial.
Una banda con charangos y un sitar invadiendo el maipo y llenándolo es un gran paso. Buenos Aires está lleno de hermosos espacios y con historia que tienen que volver a ser habitados por la música como la nuestra y de tantos otros artistas emergentes.

¿Cómo fue el camino a ese segundo disco?

Fue intenso, nos pusimos fechas límites y eso nos hizo exigirnos al máximo. Fue una gran época creativa, algunos temas ya los veníamos probando en vivo y terminamos de darle forma para el disco. Trabajamos en conjunto por lo que la composición de los temas se reparte un poco entre todos.

Y lo que nos pone más feliz es que se logró un gran mensaje central desde todos los ángulos que implica hacer un disco: desde lo creativo y el ensayo, desde el trabajo dentro del estudio y en el diseño también, además de que la gente participo a través del financiamiento colectivo para que podamos realizarlo

Vimos que hicieron un video muy divertido para que la gente ayude a hacerlo… 

Fue la mejor idea que podríamos haber tenido. Nos encontramos con muchísima gente con ganas de aportar y participar. Eso nos unio mucho mas como banda y con la gente.

Una de las recompensas que ofrecíamos con los aportes de la gente era hacer agradecimientos musicales personalizados, al principio no teníamos que hacer muchos pero a medida que avanzaban los días mucha gente empezó aportar y teníamos que hacer agradecimientos musicales que se renueven y sean unicos.

Nos divertimos muchísimo armando los agradecimientos. Están todos colgados en Instagram y Facebook para que puedan verlos. Deberíamos hacer un compilado con todos los bloopers que salieron haciéndolos.

Otra de las recompensas era hacer un asado con los que aportaban. Terminamos haciendo un asado para 30 personas que fue una hermosa fiesta. Hicimos un show acústico, hubo primicias del disco y después terminamos bailando toda la noche. Fue compartir de una forma diferente y no solo arriba del escenario.




¿Una banda?
Miles Davis Quintet.
¿Una película?
The Imaginarium of Doctor Parnassus (2009)
¿Un disco?
Artaud (Pescado Rabioso)
¿Un político?
Gandhi
Música es…
Comunicar el alma.
¿Una bebida?
Cerveza.
¿Lugar ideal para vacaciones?
El chalten o los desiertos de Namibia
¿Creés en Dios?
Hay cosas que trascienden a lo humano, sin embargo no necesito creer para poder andar.
¿Una META?
Que los miedos que tenemos inherentes como humanos sigan siendo el motor para crear, música y arte.


 

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