Recientemente premiado en los Cóndor de Plata por su impecable actuación en «La Corporación«, hablamos con el actor Osmar Nuñez y hacemos un repaso por una carrera que no deja de ascender.
¿Cómo nace tu amor por la actuación?
No recuerdo exactamente cuando empezó, pero si desde muy chico todos mi juegos estaban relacionados con la actuación y dirección, ya que volvía loco a algunos amigos, obligándolos a actuar.
¿Algunos trabajos que tuviste antes de la actuación?
He trabajado en comercios, empresas privadas y reparticiones del Estado. Casi siempre como administrativo. De cualquier manera, estudiaba actuación, actuaba esporádicamente y más tarde di clases de teatro por mucho tiempo.
Año electoral… Con los candidatos ya definidos, ¿ya sabés a quien vas a votar?
Frente para la victoria, tanto para Jefe de Gobierno de la Ciudad, como para Presidente.
En «Milagros en Campaña» el personaje de Saccone es una especie de Durán Barba?
No me gustaría darle tanta entidad a ningún personaje de la realidad, ni al de Viviana, ni al mio. Maestro y Vainman, los autores, supongo que se inspiraron en infinidad de personajes del mundo de la política y los medios, pero la ficción es mucho más rica que la realidad. Ninguno hacemos de «esa» persona. Seguramente habrá quienes emparenten a algunos de los personajes con quiénes les parezca, pero no es el objetivo de la miniserie.
¿Cómo es trabajar con Viviana Saccone, en la obra de teatro Testosterona, también trabajaste con ella…
Casi siempre tengo la suerte de trabajar con compañeros magníficos. Vivana es una estupenda actriz, gran compañera y amiga. Tuvimos muy buen feeling desde el primer día, cuando empezamos a ensayar Testosterona. Y ahora, coincidir en la televisión, es genial.
¿Cómo ves la televisión Argentina?
La verdad, no veo televisión. Solo cuando voy a dormir y al rato la apago. Pero cuando puedo, veo algo en la TV Pública. Hay miniseries de una calidad superlativa como Los Siete Locos.
Campanella declaró que el bajo rating de Entre Caníbales se debía a que el público argentino no estaba preparado para una ficción así hecha en Argentina ¿Qué pensas?
Campanella es una autoridad en lo que hace. Lo que se produce en Estados Unidos es negocio puro; son éxitos en el mundo. Quizás la gente consume eso porque no se siente tan identificada y la ve como puro entretenimiento.
No vi Entre Caníbales, no sé como es su factura. Intuyo que es de alta calidad, pero el éxito es un misterio. Creo que hemos perdido personalidad en la TV. Cuando era chico y adolescente, yo veía programas que no se volvieron a hacer nunca más. Como Alta Comedia, La Noche de los Grandes, Situación Límite, etc. solo por nombrar algunos, y eran éxitos. La gente los veía. Ignoro porqué hoy solo convoca Tinelli o productos foráneos.
Además, hay mucha agresión en los medios. La gente pareciera que hace catarsis en sumarse a las agresiones, escándalos y otras yerbas. La ficción quedó chiquita porque hace reflexionar, no combate con el espectador. El arte es para comprendernos y sí la mayoría de lo que se le propone al televidente son guerras, estamos perdidos.
Cómo te sentiste trabajando en La Corporación, ¿Cómo fue meterte en ese personaje?
La Corporación es uno de mis laburos más logrados y eso es gracias a Fabián Forte que tenía muy claro lo que quería con la película y con mi personaje. Fue un laburo muy en equipo. Lamentablemente le pasó lo que a la mayoría de nuestras pelis: las sacan a patadas de los cines pochoclos. Si no fuera por nuestro Gaumont, no la ve ni el loro. Una pena porque es una muy buena película. Fabián viene del cine de género y algo de eso se coló en esta, pero es su guión más personal. Tiene muchos colores, comedia, drama, suspenso y algo de cine fantástico. Los cronistas me honraron con el Cóndor, una alegría. Era una terna muy difícil porque todos habían hecho un gran trabajo.
¿Algún consejo para miles de personas que aman lo que hacen y quieren ser actores y vivir de su profesión?
Lo que dije en gala de los Cóndor de Plata, que es lo que pienso: ser consecuente con lo que uno ama y ser honestos, dentro y fuera de la actuación.
¿Una película?
Tengo varias, pero mi preferida es «Pieza inconclusa para piano mecánico» (Nikita Milkhakov, 1977)
¿A quién admirás?
A mis viejos queridos. Grandes personas y laburantes incansables.
¿Que te indigna?
La mentira, la obsecuencia, la traición.
¿Cine o Teatro?
Amo actuar. El teatro es mi eje. El cine, un amor que se hizo esperar.
¿Con qué director extranjero te gustaría trabajar?
Con el danés Thomas Vinterberg, director de La Celebración y La Cacería, entre otras. Y con Nikita Mijalkov, aun que solo me ordene, «tomá vodka, cuando diga acción».
¿Una bebida?
Vino tinto.
¿Una Comida?
Asado.
¿Una mujer?
Silvana Mangano.
¿Si pudieras retroceder en el tiempo a qué hecho histórico irías?
Solo si pudiera revertirla, a la Revolución Libertadora, o a cualquier otro momento que me diera verguenza de ser argentino.
¿A qué película le cambiarías el final?
A ninguna. Bastante cine se ha censurado.
¿Crees en Dios?
Oro, rezo, dialogo, le creo y no le creo. Está y se va. Lo llamo y a veces viene. O es Dios o necesito atención médica.
Aportar humildemente con mi trabajo a un país con paz y alegría.
Entrevista: Valeria Massimino
En Cine y TV
El milagro secreto (1998)
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