TEATRO: Crítica de «STEFANO»

Por Sergio Héctor Misuraca


“El canto se ha perdido, se lo han llevado. Lo puse a un pan, e me lo he comido, me he dado en tanto pedazo que ahora que me busco no me encuentro. No existo”

“Stefano” ha vuelto para mostrarnos el reflejo de nuestras propias frustraciones, nuestras ilusiones perdidas, y nuestras desilusiones.

La obra de Discépolo fue estrenada por primera vez en el teatro cómico de Buenos Aires en 1928. Se encuentra dentro del subgénero teatral del grotesco criollo, atribuido al mismo autor. En este tipo de historias podemos encontrar un equilibrio inestable que va desde el bufonesco sainete hasta el trágico melodrama.

La historia de “Stefano” habla de la realidad más cruda de aquellos inmigrantes que llegaron a Argentina para “hacer la América” y se encontraron con la pobreza, la escasez y el fracaso de una tierra que no les había prometido nada.

Y es ese texto rico en metáforas de defraudación y esperanzas lo que la convierte en una pieza que se reproduce año tras año para recordarnos que nuestro destino no siempre es consecuencia de lo que deseamos.

Stefano carga con la responsabilidad de toda una familia que confió en su sueño y ahora derrumbado, se derrumba con él. Una familia que elige la comodidad de dejar su destino en manos de una sola persona sin generar más acciones que una eterna espera.

Una puesta escenográfica tradicional y de época nos introduce directamente al estilo de vida de esta familia que vive en condiciones precarias.

La versión de Rubén Pires respeta casi literalmente el texto original, aunque con un final más poético y sensible. El tiempo se detiene y se hace largo. Y esto se debe a la decisión de priorizar el drama por sobre el grotesco lo que modifica el ritmo de la obra dando espacios más prolongados en las interpretaciones. Pires respeta el clásico de Discépolo, sin atreverse a presentar una propuesta actual de la inmigración ni tampoco plantearse una perspectiva de género. Tampoco se plantea una resignificación del personaje de Radames, que los analistas han llamado “el hijo bobo” sin comprender que en aquella época así se llamaban a cualquiera que presentara un desorden mental o neurológico, incluso el autismo. En ese sentido, la única descripción del texto original de este personaje dice: “Su voz robusta no tiene modulaciones, mueve los brazos sin violencia, con las manos rígidas, los codos sin juego. Sólo sus pensamientos son desmedidos”. Lamentablemente en esta versión vemos lo que siempre se ha interpretado del personaje; un hijo bobo, irruptivo, caricaturesco sin matices.

Varios son, sin embargo, los aciertos de esta propuesta teatral. Y todos se refieren a la calidad artística y el talento de sus intérpretes. Entre ellos quisiera destacar especialmente a Marcelo Buccosi, interpretando a Alfredo, el padre de Stefano, Luis Longhi como “Stefano”, de impresionante habilidad musical e irrefutable presencia escénica y Gonzalo Javier Alvárez, en su papel de Pastore, en el que demuestra toda su destreza clownesca y su caudal de voz lírica del talento que podemos encontrar por ejemplo en las puestas de Mnouchkine (teatro do solei).

La obra se presenta en Andamio 90, los días jueves a las 20.30 hs. Un clásico, con una puesta clásica, con tenor dramático y excelentes actuaciones.

“La fama está en una página, ma…hay que escribirla, ¡Tormento mío!», dice Stéfano y yo agregaría…Tormento de muchos todavía.


Ficha técnico artística
Autoría:
Armando Discépolo
Adaptación:
Rubén Pires
Actúan:
Gonzalo Javier Álvarez, Marcelo Bucossi, Nicolás Cucaro, Mariano Falcón, Maia Francia, Luis Longhi, Lucia Palacios Acosta, Elida Schinocca
Vestuario:
Nelly Bellomo
Escenografía:
Gustavo Di Sarro, Rubén Pires
Diseño de maquillaje:
Analía Arcas
Realización de maquillaje:
Sol Ángeles Navas, Macarena G. Palacios Longo
Diseño de luces:
Rubén Pires
Video:
Pic By Lis Arte En Imagen, Nahuel Lamoglia
Fotografía:
Pic By Lis Arte En Imagen
Diseño gráfico:
Nahuel Lamoglia
Asistencia de dirección:
Sol Ángeles Navas, Macarena G. Palacios Longo
Prensa:
Silvina Pizarro
Dirección:
Rubén Pires


ANDAMIO ´90
Paraná 660
Capital Federal – Buenos Aires – Argentina
Reservas: 4373-5670
Web: http://www.andamio90.org
Entrada: $ 350,00 / $ 250,00 – Jueves – 20:30 hs – Hasta el 26/09/2019

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