Por Fer Casals
Goodnight Mommy (Veronika Franz)
Terror de arthouse euro y muy Haneke. Elias y Lukas disfrutan del verano en una moderna casa del lago, sin padre presente, es la madre, una presentadora de TV la que toma el escenario central. Recién llegada del hospital busca recuperarse de un post operatorio de una cirugía facial, si sus hijos la dejan. Ellos sospechan que su madre no es su madre y están dispuestos a todo para averiguar la verdad. Atmosférica, mórbida y elegante las imágenes corroen de a poco hasta dejar su marca, no hay descanso para la incomodidad y las dudas que genera la trama, pero en el tercer acto una vuelta de tuerca remanida abarata el resultado final.
8 de 10
Los perfectos niños austríacos, hijos de una extraña madre, viven en una casa de ensueño en medio de un bosque, y de a poco el espectador tratará de descifrar qué es lo que sucede en este thriller psicológico. Hay muy poco diálogo en toda la película y esto atrapa porque no se sabe bien adónde conduce la historia, que está bien contada, y con todos los elementos necesarios. Destacadas actuaciones de los gemelos Elias y Lukas Schwarz, que conservan en el film el mismo nombre. El final resta y decepciona. – Valeria Massimino
7 de 10
Dark Star (Belinda Sallin)
Monstruos biomecánicos, fetos, y criaturas hipersexualizadas en visiones alucinógenas de carne y metal. Eso y más es HR Giger, y lo que el documental busca resaltar es al hombre detrás del mito, los posters y Alien. Deambulamos por su casa tan caótica como su vida, llevados por los relatos de sus asistentes y el mismo Giger que se muestra franco y abierto a revisitar su historia y la tragedia que marcó su vida y su arte. La película se terminó de filmar apenas unos meses antes de su muerte, sus palabras en el metraje resultan un epitafio: «No creo en la vida después de la muerte, no la quiero, en cualquier caso después de la muerte todo se detiene».
8 de 10