Charly García en el Gran Rex: “Necesito tu Amor”

Por Maximiliano Curcio
Fotografías: Nicolás Aboaf

Agudo, filoso, incisivo, provocador. Puede que su exterior haya cambiado y veamos a un Charly más aplacado y frágil, menos volcánico, si se quiere. Pero su naturaleza, carisma y brillo siguen intactos. Charly García, genio y figura sin igual, presentó en el Teatro Gran Rex el quinto show de su espectáculo conceptual “La Torre de Tesla” estrenado el pasado mes de Febrero en el Teatro Coliseo, mediante el cual -en clave de homenaje al inventor- repasa y reversiona éxitos de su carrera a medida que presenta algunos nuevos temas de su flamante disco “Random” (2017), su última placa de estudio.

El martes 28 de Agosto, Charly regresó a calle Corrientes (había actuado en el mismo recinto el pasado mes de Abril) y bajo la premisa de promocionar el show con apenas un día de anticipación para la venta de entradas, las localidades se agotaron en tan solo media hora, tanto en boleterías como en el sistema de ventas online. Pocas horas antes del show, las calles que rodean al teatro comenzaron a colmarse de gente y el testimonio de la convocatoria de Charly se refleja en la variedad de su público: desde jóvenes millennials a los seguidores saynomore de la primera hora.

Durante casi dos horas de show, Charly -ubicado a un costado del escenario y sin moverse de sus teclados- entre tema y tema, soltó frases picantes, intercambió constantemente con sus músicos y agradeció el amor incondicional que le brindaba su público. El ícono de nuestro rock nacional desgranó un total de 24 canciones, que repasaron de forma impecable gran parte de su trayectoria, dejando en claro porqué sus melodías se han convertido en la banda sonora de tantas generaciones y en sus letras ha construido el relato de un país que Charly vivió, sangró e interpretó como nadie. No faltaron clásicos, ni estrenos y tampoco gratas sorpresas olvidadas que el músico rescató de su tesoro discográfico.

A medida que se abría el telón y los primeros acordes daban la pista inconfundible del comienzo, a la potencia y crudeza del rock “El Aguante” le siguió el clásico atemporal de Sui Géneris “Instituciones”, mientras que “No soy un Extraño” y “Cerca de la Revolución” atravesaron el universo de García y una marca indeleble: escapar de la prisión, resistir los estereotipos. Ambos resultaron dos aciertos en el setlist, emblemas de la temprana etapa solista de Charly. Luego, intercaló temas de su nuevo disco (entre los que destacan las muy logradas “La Máquina de Ser Feliz” y “Otro”) junto a rescates de su tortuoso y postergado “Kill Gil” (2010), como “King Kong” y “In the City that Never Sleeps”, entre citas cinéfilas y menciones al rock anglosajón.

La comunión con su público tuvo su éxtasis con “Rezo por Vos”, tema que acompañó un merecido recuerdo a Luis Alberto Spinetta, seguido de una emocionante ovación al querido y recordado Flaco. Otro punto alto en lo emotivo resultó la mención a Mercedes Sosa: mientras imágenes de la cantautora se sucedían en la pantalla, Charly entregó una sensible versión de “Cuchillos”, el tema que compusiera en su honor.

Secundado por una banda sin fisuras, la contundencia instrumental desplegada en “Fax U”, “Reloj de Plastilina” y “Yendo de la Cama al Living” permitió lucir a Rosario Ortega en voces y Fabián Von Quintiero en teclados, fiel ladero de Charly, auténtico puntal y columna vertebral de la banda. Cuando la función parecía estar llegando a su fin, Charly nos tenía deparado una nueva y grata sorpresa: David Lebón subió al escenario para entregar sentidos elogios al anfitrión de la noche y rememorar dos clásicos de Serú: “No Llores por mí Argentina” y “Peperina”. No compartían escena desde el Cosquín Rock 2013 y el encuentro despertó el delirio de un público extasiado, que sin dudas extrañaba ver más seguido a Charly sobre las tablas porteñas.

Luego de una aplastante versión de “Demoliendo Hoteles” y un intermedio de 15 minutos, la banda regresó para los bises: las inoxidables “Los Dinosaurios” y “Pasajera en Trance” dieron paso a una extraña elección de epílogo antes que se cierre el telón: “Shisyustawoman”, de esa gema que fuera el disco “Como Conseguir Chicas” (1988).

El aplauso final del público y la imagen de la gente cantando y bailando al pie de sus butacas son fieles testigos del amor incondicional que despierta Charly, generando una comunión intacta con sus seguidores. La identificación que aún producen sus canciones, atravesando el tiempo, las desavenencias del artista y las generaciones, son la prueba de que todavía suenan frescas, provocadoras, auténticas y reveladoras.

Nadie duda que Charly García es una leyenda viva del rock nacional y una antena que transmite, inequívocamente, lo que decir: nos cuenta su propia historia y resignifica nuestro presente. Magia, euforia y nostalgia llenaron un teatro que parecía flotar mientras la gente abandonaba lentamente sus asientos. Todos esperaban que esta bienvenida sorpresa de Charly pronto se repita, para reglarnos ese nuevo eterno regreso.

(Nicolás Aboaf)

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