Por qué Hollywood odia a las mujeres

Si vemos, en vez de observar con atención, pasa desapercibido. Es en parte culpa de la costumbre y la penetración cultural a la cual fuimos sometidos durante décadas.

La visión que tiene Hollywood de la mujer fue y es paupérrima. El último suceso de taquilla de la maquinaria es Mad Max: Fury Road, allí la protagonista es una mujer, también la heroína. En un film con una demografía bien determinada -hombres de entre 18 y 45 años- la elección del papel de Charlize Theron es audaz ¿Alcanza? no.

La reacción del público a esta película fue globalmente positiva, y a la buena acogida por parte de la crítica se han sumado también los cumplidos de varias organizaciones feministas que ven en el personaje Furiosa, un ejemplo a seguir por la industria.

Pero hay gente conforme con el status quo. Redes sociales mediante, todos abusan del derecho a opinar. Un portal machista llamado Return Of The Kings pidió un boicot al film por el rol protagónico femenino, que es sus encarnaciones anteriores tenía a Mel Gibson al comando de la acción.

Hagamos un test: En 1991 un articulo de New York Times Magazine escrito por Katha Pollit y titulado «The Smurfette Principle» dio pie a una serie de maneras para evaluar cuanto ha denigrado Hollywood el papel de la mujer en sus films. Este «Principio de la Pitufina» toma su nombre del personaje de los cómics y dibujos animados, Los Pitufos.

Lo que Pollit dice en el articulo es que las películas de la actualidad están protagonizadas, esencialmente, sólo por hombres, que se organizan en un grupo de amigos cuya masculinidad será acentuada por una mujer solitaria, desprotegida y definida de manera estereotipada.

En otro articulo Anita Sarkeesian pone como ejemplos del mismo tropo a Miss Piggy de The Muppets y Leia de Star Wars, a la que habría que sumarle Gamora en Guardians of the Galaxy, argumentando que resulta nocivo ofrecer una visión limitada de la mujer, y en ese proceso marcar lo masculino como norma, y lo femenino como excepción.

Un caso que -casi- escapa al «Principio de la Pitufina», es el personaje Ariadne en la película Inception, aquí el tropo es similar. Hay en el film otros personajes femeninos, pero sólo uno es parte del grupo, el resto sólo objetos de deseo.

En el comic de 1985 Dykes To Watch Out For de Alison Bechdel, se introduce lo que luego se conocería como el «test de Bechdel». En la historieta el personaje dice que sólo verá una película que cumpla tres requerimientos: el film debe tener al menos dos personajes femeninos, esos personajes deben hablar entre si y no deben hablar de hombres.

Parece una serie de reglas bastante fácil de cumplir no? pues no lo es. Cuando nos ponemos a pensar films que lo cumplan el resultado sorprende. No pasan el test: Las trilogías de Star Wars y El Señor de los Anillos, The Dark Knight, Los Cazafantasmas, The Big Lebowski, Men In Black, Piratas del Caribe, Top Gun, Desayuno en Tiffany, la serie de TV Sex and the City, The Social Network, Foxcatcher, Frank, Harry Potter II, The Grand Budapest Hotel, Inherent Vice, Avatar y la lista continúa…

Desde la invención de este test, otros tomaron el formato y crearon variaciones para probar otras situaciones, por ejemplo: el Russo test, creado por GLAAD, la asociación de gays, lesbianas y transgéneros de Estados Unidos. El test indica que el film debe tener un personaje LGBT, el personaje no debe estar definido por su condición sexual o identidad de género y debe ser pieza importante de la historia, tanto que si desaparece la consecuencia sea significante.

En definitiva Hollywood piensa que los hombres son centrales a la narrativa, las mujeres periféricas, los hombres son individuos, las mujeres estereotipos. Los hombres definen al grupo y sus códigos de valores, la mujer sólo existe en relación a esos hombres.

Si casi la totalidad de las películas que produce Hollywood se centra en la creación de contenidos que pasan por alto el punto de vista femenino y hacen foco en una visión androcentrista, no estamos reflejando la realidad (el argumento aquí sera que los films no tienen porque reflejar la realidad) Pero la realidad de la que se habla es que la población femenina es mayor que la masculina, y además de activas, son protagonistas, CEOs, Presidentas, mujeres que trabajan o no -no importa- pero que ya no son un accesorio del hombre, aunque la máquina de los «sueños» quiera mostrarnos  lo contrario.

-Fer Casals

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