17/4/18
Por Guadalupe Farina
Fotos de Beatríz Tejada
Yerma, escrita por Federico García Lorca en 1934, es hoy por hoy uno de los clásicos del teatro moderno. Ubicada en un entorno rural, la pieza da cuenta (al igual que muchas otras obras del granadino) de la represión que vivían las mujeres en la España pre guerra civil. “Las ovejas en el redil y las mujeres en su casa. Tú sales demasiado”, le dice el esposo a la protagonista, explicitando su machismo. Sin embargo, Yerma responde que no se resignará. Y eso hace.
La maternidad es el eje del conflicto. Yerma quiere ser madre, pero pasan los años y no logra quedar embarazada. Su marido -confesará luego- es feliz sin tener hijos. Los mandatos sociales, las habladurías del pueblo y la imposibilidad de concretar el deseo son los temas sobre los que gira la tragedia y que, por supuesto, no faltan en esta particular puesta de Julieta Cancelli. De hecho, el texto original es respetado prácticamente a rajatabla.
Lo que hace distinta a esta versión que en su segunda temporada se presenta en Hasta Trilce es que está planteada en clave musical. Así, las canciones y coreografías flamencas se entremezclan con los inigualables textos lorquianos. Salvo en algunas pocas excepciones donde la música y el baile parecen insertados con fórceps, el recurso funciona, ya que la calidad de las voces de los cantantes y la plasticidad del cuerpo de los bailaores subsanan la poca profundidad y progresión dramática con la que algunas escenas están abordadas.
La escenografía despojada es un gran punto a favor ya que permite recrear los distintos lugares en donde la historia transcurre, además de que es funcional para los cuadros de danza. Sin embargo, los colores estridentes y las texturas brillosas del vestuario de las bailarinas y bailarines, que también interpretan a los personajes secundarios, contrastan con el ascetismo escenográfico y, en cierto modo, contribuyen a la poca profundidad ya referida.
La cuadratura del círculo es en matemática un problema geométrico irresoluble. ¿Se resuelve en Yerma con el trágico final o queda la protagonista atrapada en su deseo inconcluso? Esa es una de las preguntas que despertará el debate en el espectador.
En definitiva, el gran acierto de Cancelli y su Yerma o la cuadratura del círculo es acercar al gran público la que quizá sea la obra más compleja de Lorca mediante el musical. La precisión de las coreografías y su conjunción con la música generan un espectáculo que los amantes del flamenco de seguro disfrutarán.
Yerma o la cuadratura del círculo se presenta los sábados a las 19 horas en Hasta Trilce (Maza 177-CABA).
