14/8/14
Por Fer Casals
Tratar de entender a los protagonistas de Breaking Bad y Mad Men no es tarea fácil, su complejidad radica en el efectivo proceso de desnaturalización de una personalidad esquivando los pozos que la sociedad y él mismo cavaron alrededor de sus pies. Una teoría de Jung separaba al sujeto en tres partes iguales: ego, inconsciente personal e inconsciente colectivo, el mas importante de este ultimo era una serie de marcas emocionales o arquetipos que presuntamente se cree predisponen a un individuo a reaccionar de una manera particular ante una situación: un patrón predecible, casi un determinismo.
Walter White y Don Draper son el arquetipo en la sombra, las apariencias opuestas. Walt es un esposo adorado y respetado profesor, Don un padre devoto y admirado publicista, estas cualidades son el arquetipo, la sombra el reflejo de sus personalidades. Dos actitudes, introversión y extraversión, la dirección de la energía psíquica del mundo, los extrovertidos la focalizan en el mundo externo, Don y Walter ponen su pulsión en su interior, sin expresarla , Walter no comunica su cáncer, Don no habla de su pasado.
Si la agresión es una respuesta derivada de la impotencia, el desarrollo de una personalidad sociópata es un proceso que se forma por conflictos, los conflictos externos nacen del tormento de sus almas. Walter y Don son dos personalidades enrevesadas que no pueden ser definidas ni siquiera por las personas que los aman; inteligentes, organizados, determinados, controladores, manipuladores, mentirosos… y compulsivos. Un acercamiento a sus carácteres podría buscarse en cinco pilares: extraversión, afabilidad, meticulosidad, inestabilidad emocional y sinceridad; cual de ellos es la madre del intrincado comportamiento de estos hombres?. La mayoría de las dificultades para poder vivir una vida rica y significativa provienen de sufrir un trauma psicológico, Don es enigmático, encantador, seduce a todos y todas y posee el don de entender los deseos, necesidades y fantasías del hombre común, sin embargo su pasado traumático lo llena de miedo, vergüenza y culpa, su talento con el tiempo se vuelve mórbido y sin vida.
El dilema existencial en la vida de Walter es tenerlo todo y no tener nada, pero que es tenerlo todo? que es un cuarto lleno de dinero cuando se batalla un cáncer? si todo se hace por la familia y debido a eso se la pierde o si se cruza al lado oscuro sólo para descubrir que ese sector se disfruta más. El vacío narcisista, la búsqueda del elogio, admiración y sensación de superioridad, el falso yo, hombres vacíos llenos de acciones externas para evitar la mirada interna, encerrados y perdidos en el peor infierno: ellos mismos, la muerte no los intimida, sus agonías comenzaron hace mucho, nacieron abrazados al ultimátum, sus historias llegan a su fin con la desaparición como estado mental presente y a la vez la meta deseada, la recompensa final.