ERUCA SATIVA EN LA PLATA: CELEBRACIÓN A TODO VOLUMEN


Continuando con los festejos por sus diez años, el trío se presentó nuevamente en el Teatro Sala Ópera y descargó todo su poder sonoro con un set impecable. Profesionalismo de sobra y pocas palabras en la noche del sábado.


Crónica: Gonzalo Ciampa
Fotografías de Gabriela Farfán Borda


“No hablen, toquen. Dejen que la música hable por sí misma”. Ése fue el consejo que un experimentado Norberto “Ruso” Verea les dio a unos jóvenes A.N.I.M.A.L en los inicios musicales de éstos, a comienzos de los 90. Más allá de que se haya cumplido o no con la sugerencia del por entonces conductor de la Heavy Rock and Pop, éste sabía de qué trataba la cosa. Y a más de veinte años de aquellas palabras, Eruca Sativa también.

En la búsqueda constante por mejorar con cada paso que dan, el power trío oriundo de Córdoba presenta un show compacto, a todo volumen, y sólo frena en el final; no hay descansos intermedios ni sobra tiempo para hablar en demasía. Porque hay que tocar. Y como ellos lo hacen muy bien, cada recital es la muestra del trabajo previo que crean y que luego destilan cuando se apagan las luces.
Del poderoso inicio con Inercia a la melódica Último. Parte 1: El balcón, donde las protagónicas líneas de bajo de Brenda Martin juegan a cambiar tempos con los tambores de Gabriel Pedernera para darle paso al clima oscuro que atrapa el final del tema; del rock con aires sesentistas de Japón a la apacible Somos polvo.



El equilibrio musical que Eruca había encontrado en Blanco (2012) lo maximizó en Barro y Fauna (2016) tras la positiva experiencia que les había dejado Huellas digitales (2014). Suenan Confundiste, Fuera o más allá y Para que sigamos siendo (con Popy Maeve, de Olympia, la banda invitada). Desde lo más nuevo hasta lo más viejo, todo es celebrado por igual por parte de una audiencia que salta, canta, aplaude y escucha lo justo y preciso que el trío para dar. Y decir.

“Son diez años de conocer el rock nacional, el rock federal, el rock emergente”, comunica Lula Bertoldi, con sombrero puesto y dispuesta para continuar con una de las composiciones más esperadas por el público: Amor ausente. Para que la voz de la cantante brille con el sentimentalismo que la canción amerita.

Eleanor Rigby es una muestra fiel de la capacidad profesional y el disfrute que demuestran los músicos arriba del escenario, en donde se permiten cambiar sus instrumentos sin detener la canción ni hacer mella en su tributo a los cuatro de Liverpool. Aproximándose al final, Quemas, Balas invisibles, Locura es no ser y UOR en formato medley, para dinamizar un poco el show, que no cesa en potencia y acelera con el funk rock de Magoo, la directa Queloquepasa y Armas gemelas, encerrando una veintena de temas que conformaron un concierto inmejorable, directo, poderoso.  En su nueva visita, Eruca Sativa volvió a demostrar que lo más importante es la música, y que ellos hablan a través de ella.


Lista de temas:
Inercia
Último. Parte I: El balcón
Abrepuertas
El genio de la nada
Mi apuesta
Desátalo
Somos polvo
Japón
Sin la red
Confundiste
Fuera o más allá
Justo al partir
Amor ausente
Eleanor Rigby
Para que sigamos siendo
Quemas / Balas invisibles / Locura es no ser / UOR
Magoo
Queloquepasa
Nada salvaje
Armas gemelas








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