Netflix: Reseña de «PARCHIS, El Documental»

Por Marcelo Cafferata

Es casi imposible, excepto para los más jóvenes, desconocer por completo el enorme suceso que ha tenido este grupo surgido entre 1979 y 1985 dentro del mercado de la música infantil.

En un mundo que no conocía de globalizaciones, ni de Itunes, ni de Spotify ni de ningún avance de la tecnología que hoy tenemos al alcance de la mano, este grupo español compuesto por cinco niños, hizo furor en su España natal pero mucho más famoso aún fue en nuestro país, en Perú y en México por nombrar algunos de los tres países de Latinoamérica en donde despertaron un furor desenfrenado.

Si bien el documental de Daniel Arazanz puede parecer, en un principio, una especie de “Te acordás de los PARCHIS? Qué fue de la vida de cada uno de ellos?”, rápidamente nos damos cuenta que no tendremos demasiados datos del aquí y ahora de cada uno de los protagonistas porque no parece ser ese el objetivo.

La estructura general de esta producción de Netflix apunta más a un racconto de la formación, evolución, recorrido y disolución del grupo, contado a través de una pluralidad de voces que van desde la de un enceguecido fan, productores, managers, profesores, tutor, miembros de la discográfica, algunos de los padres, y por sobre todo, la de los propios protagonistas.

Tino, Yolanda, David, Óscar y Gemma y el más tardíamente incorporado Frank en reemplazo de uno de ellos, irán entrelazando individualmente, anécdotas de aquellos días en los que llenaban estadios, vendían discos a granel y eran un éxito enorme, tanto que su discográfica –la catalana Discos Belter- que se encontraba a punto de quebrar, salvó sus archas y tuvo un resonado suceso comercial.

Claramente “PARCHIS” fue un grupo que estuvo en el momento indicado, en el lugar indicado y fue así como su explosión fue abrupta y de la noche a la mañana se encontraron con programas televisivos, discos, películas y shows en vivo, ganando desmesuradamente un mercado que sobrepasó cualquiera de las expectativas iniciales.

Los propios protagonistas, en “PARCHIS: EL DOCUMENTAL” hablan de que ni siquiera el fenómeno era estrictamente musical / artístico: los más chicos ni siquiera cantaban y las coreografías tampoco eran perfectas. Pero el público estaba ávido de verlos: era un show familiar, con canciones pegadizas y en un momento preciso, donde en los lugares en los que se presentaban (Argentina, en donde fue tuvieron un éxito arrollador y llegaron a filmar tres películas, estaba atravesada por el golpe militar en donde estas figuras artísticas “blancas” eran funcionales a los espectáculos que la Dictadura quería mostrar) parecía haber un vacío que ellos vinieron a llenar y supieron cómo hacerlo.

Si bien en una primera parte, el trabajo de Arazanz pareciera ser demasiado complaciente con la historia de estas cinco estrellas infanto-juveniles, finalmente se animará a atravesar y mencionar algunos temas que indican claramente que detrás de todas las luces del éxito, había demasiadas sombras.

Para los fans y para aquellos que se han dedicado a saber un poco más del grupo, los datos que aporta el documental no son significativamente novedosos, seguramente cualquiera que haya “googleado” la historia lo sabe. Pero hacia la mitad de su duración, la trama del documental tiene un punto de quiebre en donde parece decidido a mostrar el revés de la trama, lo que era más difícil de digerir.

En un mercado en donde en esta última temporada hubieron varios productos de ficción y documentales dentro del mundo de la música de diversos tipos (dentro del campo de ficción esta la exitosísima “Rapsodia Bohemia” y su retrato de Freddy Mercury, Elton John representado en “Rocketman” y la argentina “El Potro” basada en la vida de Rodrigo y dentro de los trabajos documentales podemos ver desde “Whitney” hasta el mundo de la ópera en los ojos de “Maria Callas, en sus propias palabras”) pocos se animan realmente a profundizar, indagar y bucear sobre la parte más oscura de la historia de los ídolos fuera de toda complacencia.

En los productos de ficción el guion suele “suavizar” los aspectos más complejos dejando apenas intuir lo sucedido, edulcorando ciertas situaciones como para equilibrar un producto entre la biografía, el homenaje y un relato cinematográficamente atractivo y en el terreno del documental, en algunos casos, la apuesta arriesga algo más e intenta poner en duda algunos de los aspectos más problemáticos de la historia.

En ese sentido, “PARCHIS: el documental” si bien no se zambulle de lleno en estos aspectos más oscuros de la historia, al menos no los esconde, los expone y en la medida de las expectativas de un producto de estas características, deja claras muchas de las situaciones sucedidas.

Así es como por un lado se describe una situación de niños en plena etapa de crecimiento con una total ausencia de límites, falta de figuras paternas y con una clara dificultad de aceptación de la autoridad (lo que se ve claramente ejemplificado cuando relatan las anécdotas sobre Óscar, el más problemático del grupo cuando eran bien pequeños).

A medida que fue pasando el tiempo –que han sido pocos años pero son notorios los cambios de un niño a esa edad-, algunos de ellos comenzaron su explosión adolescente, los problemas se fueron multiplicando y se generaron cada vez más controversias.

Tino, el más famosos del grupo con sus “mecanismos de poder” comenzó a generar un cierto malestar en el grupo, la rivalidad entre Gemma y Yolanda –dos figuras femeninas completamente opuestas que generaban un profunda fractura dentro del público, sobre todo cuando se rumoreaba que una de ellas era el amor de Tino-, el despertar sexual, el primer beso y todo el atravesamiento de la etapa de crecimiento, fueron generando fricciones, que se agravaron más aun cuando comenzaron a presentarse problemas con el dinero.

Padres que parecieran no haber estado interesados en nada más que sus hijos facturasen y se generara mágicamente la idea de ser millonarios (sin importarles en absoluto la explotación infantil de sus hijos), ejerciendo un control prácticamente inexistente sobre lo que sucedía, una discográfica abusiva que pergeñaba un plan para quedarse con todas las regalías y desaparecer, condimentado de los pequeños escándalos sexuales de Tino que era no solamente perseguido por las fans sino también por sus madres con sólo 15/16 años, más el atractivo que ejercía Yolanda –sin quererlo- sobre algunos de los miembros de la producción, son algunos de los “trapitos al sol” que el documental muestra sin demasiado pudor y tratando de alejarse de la zona de confort en la que se estancan estos productos, apostando a una mirada más completa y más compleja que simplemente convertirse en un collage de anécdotas.

PARCHIS: EL DOCUMENTAL” logra además momentos de mucha emotividad cuando uno puede contactar con lo devastador que es para un niño haber atravesado por esa historia de fama, reconocimiento y sueños cumplidos, para desaparecer repentinamente y caer en el más profundo olvido, sumado a algunos de sus integrantes que han vivenciado tragedias personales como Tino y el accidente que le cambió su vida.

No es fácil que uno permanezca ajeno cuando escucha a uno de ellos decir: “es muy fuerte saber que lo mejor de tu vida, o una de las cosas más brutales de tu vida te pase cuando tienes 14 años, eso me parece lo más difícil de digerir”.

Con un aire de infancia robada, de niñez perdida y de crecer de golpe, con una evidente desprotección familiar que supo aliarse con la avidez de la discográfica y productora, la felicidad que trae la fama se evapora mucho más rápido de lo esperado y queda este sabor amargo que el trabajo de Arazanz tan bien sabe retratar, más allá de un cierre en donde también puede hacerse una lectura sobre el demoledor paso del tiempo, las circunstancias que definen nuestras acciones y un reencuentro donde se limen asperezas.


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