Teatro: Todos al diván en «LO ESCUCHO»

Por Marcelo Cafferata

La comedia francesa tiene un lugar privilegiado dentro de la cartelera porteña y ha ido ganando adeptos a medida que se fueron estrenando más y más propuestas del país galo que se convierten en grandes éxitos. Primeramente, gracias a la pluma de Francis Veber, tuvimos la posibilidad de ver dos puestas teatrales -de las que surgieron recordadas propuestas cinematográficas- como “La Cena de los tontos” y “El placard”. Laurent Baffie y su obra récord de público “Toc Toc”, que también se mostró en Buenos Aires como en tantas otras capitales mundiales, y de este mismo autor conocimos la delirante “Los Bonobos” (Lizzy Tagliani / Osqui Guzmán / Peto Menahem / Campi). Fabrice Roget Lacan nos trajo “La puerta de al lado” con Menahem y Jorgelina Aruzzi y el notable dramaturgo Florian Zeller (quien es mundialmente conocido por su obra dramática “El Padre”) también nos dió la oportunidad de reírnos a carcajadas con “La Verdad” (Minujin / Valeria Lois / Aruzzi / Héctor Diaz) o “Sin Filtro” (Gabriel Goity / Carola Reyna).

Ahora es el turno de la obra escrita por el famoso músico Bénabar junto a Héctor Cabello Reyes: “LO ESCUCHO”, donde un hombre se hace pasar por el nuevo paciente de un psiquiatra, se presenta en su consultorio para la primera entrevista y a pocos minutos de comenzado el diálogo se descubrirá que no es más que el ex marido de una de las pacientes del doctor, que se ha hecho presente para culparlo de su separación y a pedirle bajo amenaza de granada (!!!) que arregle las cosas que él mismo ha “desarreglado” con sus sugerencias terapéuticas y que entonces todo vuelva a la normalidad.

El tono absolutamente disparatado de todo lo que ocurre, da lugar a una comedia con tintes de vodevil y con toques de comedia de enredos, la que se basa fundamentalmente en el magnetismo que ponen sus dos protagonistas en escena dando la velocidad justa para un texto que, como toda buena comedia, necesita del timing perfecto y la complicidad de ambos en escena.

“LO ESCUCHO” tiene una primera parte que va presentando a los personajes y que resulta algo liviana e imprecisa, con las participaciones de Daniela Pal (una excelente comediante que no logra lucirse dado que tiene una intervención demasiado breve) y Ricardo Cerone, como otros de los pacientes del psiquiatra, que parecen no lograr demasiada consistencia dentro del relato, apareciendo como dos personajes que no aportan demasiado a lo que se quiere contar y que, sin embargo, sí permiten desplegar el histrionismo de los dos protagonistas.

Gabriel Goity tiene a su cargo el rol del marido desesperado por recobrar el amor de su esposa y Jorge Suárez es el psiquiatra que comenzará a enfrentarse a sus propios límites frente a su ética profesional, que comenzará a desnudar sus miedos, sus zonas más oscuras y hasta sus propios sentimientos, bajo la amenaza y la presión de un marido iracundo que lo responzabiliza totalmente de su fracaso matrimonial.

Bajo la correcta dirección de Carlos Olivieri que es un profundo conocedor de los mecanismos de la comedia, la puesta es completamente clásica y cumple con la historia. El principal atractivo, y Olivieri lo sabe, es un texto con vértigo pero por sobre todo la excelente química que se da entre dos talentosos hombres de teatro como Goity y Suárez que además de extensas trayectorias individuales donde han probado todo tipo de personajes, tienen una amistad personal que les permite una planea conexión en escena que suma –y mucho- con esa pizca de complicidad que agregan a los textos, conocedores de sus mecanismos ya que han sido compañeros de escenario en las memorables puestas de “El método Gronholm” y “Gorda” a cargo de Daniel Veronese.

En la segunda mitad, la aparición de Julieta Vallina como la paciente del psiquiatra y ex mujer de Goity permite desplegar enredos y chispa y momentos que coquetean con el absurdo, para anclar en el ritmo exacto en donde abundan los juegos de palabras, diálogos vertiginosos y por sobre todo, será el momento donde se empezará a mostrar el punto de quiebre de los personajes, logrando que “LO ESCUCHO” levante mayor vuelo y logre momentos desopilantes.

En tiempos tan difíciles para las producciones teatrales, este saludable regreso al teatro luego de varios meses de cierre por la pandemia, con la propuesta de una comedia entretenida y con buenas actuaciones, con la pretensión de que el público pueda pasar un momento divertido y volver a escuchar las carcajadas detrás de los barbijos, es una noticia saludable.

Y ver a Suarez y a Goity nuevamente disparando todas las herramientas que les da el oficio más la solvencia sobre el escenario, es uno de esos placeres que nos vuelve a permitir la cartelera teatral porteña, protocolo mediante.


LO ESCUCHO
de Bénabar y Héctor Cabello Reyes
Dirección: Carlos Olivieri
Con Gabriel Goity – Jorge Suárez – Julieta Vallina – Daniela Pal – Ricardo Cerone
Teatro Metropolitan Sura – Avda. Corrientes 1343
Miércoles a Viernes 20:30 horas, Sábados 20 y 22 horas, Domingo 21 horas.

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