Visitamos ‘Confitería La Ideal’, recientemente reabrió sus puertas y el éxito no se hizo esperar. Filas de personas que quieren entrar y vivir la experiencia. Un viaje en el tiempo, con la mejor pastelería donde lo tradicional emociona, no solo a turistas, sino a locales que deciden ir a pasar un hermoso momento en un lugar con mucha historia.
En la calle Suipacha al 384, en el corazón del microcentro de la ciudad de Buenos Aires, nos encontramos con esta gema que volvió a brillar como cuando se inauguró en 1912.
Un cálido equipo nos recibió y vivimos la experiencia del té de la tarde. Nos deleitamos con cada postre y clásicos bien argentinos.
Vajilla con borde dorado y logo grabado, cubiertos de plata, jugo de naranja exprimido. También limonada y el delicioso té en hebras. Profesionalismo que se ve, se siente, se disfruta. Un set de tres estantes soporta la viennoiserie: medialunas, croissant relleno de pistacho (mi favorito!), palmeritas, pain au chocolat, macarons, alfajores de chocolate, cookies de maní y lunettes de frambuesa.
Otra bandeja de plata contiene las delicias saladas: fosforitos, sándwiches de miga (de ananá confitado y jamón y un clásico de jamón y queso), uno de masa madre con jamón crudo, tomate y albahaca, y uno exquisito vegetariano en pan negro con semillas. Y una hermosa copa, también de plata, contiene terrones de azúcar con el logo de ‘La Ideal’.
Hablamos con el chef ejecutivo Gustavo Nari, quien tiene toda la responsabilidad de este lugar, con un gran equipo a su lado, por supuesto. Nari le da vida a cada creación para deleitarse. Amor por el detalle: ‘Queremos que la gente viva la experiencia conservando valores de época’ explica el Chef
Luego de más de cinco años de restauración abrió sus puertas en Noviembre de 2022. Desayunos, almuerzos, meriendas y cenas. Abierto todos los días desde las 7 de la mañana hasta las 12 de la noche.
Una vista llena de detalles: las columnas de mármol, los capiteles dorados a la hoja, la cúpula de cartapesta dorada y sus vitrales completamente restaurados; el piso nuevo, pero que respeta el estilo del original, las arañas, los relojes. Todo el lugar está cargado de detalles y todo es muy instagrameable, por cierto.
No solo para turistas, también locales y personas que salen del trabajo para el mejor break. ¡Entren al túnel del tiempo!
Jorge Luis Borges desayunó allí. Carlos Gardel era visitante asiduo. Charlie Watts, el baterista de Rolling Stones quiso conocerla, al igual que Yoko Ono. Alan Parker quedó deslumbrado con ‘La Ideal’ por eso decidió filmar allí escenas de la película ‘Evita’.
Instagram: LA IDEAL / GUSTAVO NARI