CINE: Reseña de ‘CON TODOS MENOS CONTIGO’

Por Bianca Cacia

‘Con todos menos contigo’ (‘Anyone but you’, 2023) se presenta como una comedia romántica y cumple con creces el objetivo.

Bea y Ben parecen la pareja perfecta, pero tras una increíble primera cita sucede algo que enfría su fuerte atracción, hasta que se encuentran inesperadamente en una boda en Australia. Obligados a verse, y a pesar de su rechazo mutuo, por conveniencia para ambos deciden fingir que son una pareja.

Desde una primera cita, con un final decepcionante, y hasta una boda inesperada en Australia, la película teje una narrativa divertida, por momentos conmovedora, que termina equilibrando el film. Con una trama ingeniosa que desafía las convenciones de un amor simplón.

La película trata de diferenciarse de otras comedias románticas de otras épocas, adaptándose a los tiempos que corren. Sincera e ingeniosa. Abundan frases con indirectas que añaden un toque sutil y provocador haciendo único su encanto, todo está diseñado para revelar algo más y mantener a la audiencia atenta.

Este film explora la idea de que «el amor es demasiado valioso para desperdiciarlo», añadiendo una capa de reflexión sobre la autenticidad en las relaciones ¿Es mejor vivir una mentira cómoda o arriesgarse a la incertidumbre en busca del verdadero amor?

Durante el metraje vemos los altibajos emocionales de Bea y Ben mientras intentan mantener su farsa, esta decisión también nos plantea como espectadores interrogantes sobre la naturaleza del amor genuino y hasta qué punto estamos dispuestos a llegar para conservarlo.

Las familias en medio de la pareja, infaltable en comedias románticas, ingenian un plan para sobrellevar la paz en la boda por lo que se establece el tono perfecto para una serie de situaciones cómicas, enredos ingeniosos y hasta agridulces.

La química entre los protagonistas se sostiene a lo largo de la película, y es fascinante ver cómo manejan la tensión entre su aparente conexión perfecta y la realidad. Tratando de escapar de los clásicos clichés. No se van a encontrar con «La boda de mi mejor amigo» (1997).

Sydney Sweeney brilla en su interpretación de Bea, aportando autenticidad y vulnerabilidad, permitiendo a los espectadores sumergirse más allá de la comedia superficial y conectar con las emociones más profundas de los protagonistas.

A pesar de ser una comedia romántica, se permite explorar la complejidad en las relaciones modernas, y en lugar de seguir un camino predecible, como siempre sucede con este tipo de films, presenta giros inesperados ofreciendo una perspectiva auténtica sin perder la necesaria ligereza.

El film dirigido por Will Gluck ofrece una comedia romántica entretenida con reflexiones más profundas sobre el amor y la autenticidad la distingue en el género, convirtiéndola en una
opción atractiva para aquellos que buscan algo más que la típica historia romántica.

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