CINE: Resena de ‘FERRARI’

El personaje aburrido mas interesante del mundo

Por Damian Aspeleiter

Debo confesar que Enzo Ferrari no me parece un personaje interesante, también debo confesar que luego de ver la película de Michael Mann me sigue pareciendo un personaje sin ningún atractivo y que justamente el carácter anodino del personaje es lo que realza a la película de Mann.  Los autos que fabrica la escudería Ferrari son interesantes, las carreras que han corrido y ganado los autos Ferrari son interesantes; se puede decir que la historia de pilotos desconocidos y estrellas como Niki Lauda, Alain Prost e inclusive Michael Schumacher son interesantes pero el propio Enzo, no lo es.

El talento de Mann al contar esta película es crear a un personaje, dotarlo de sentido y hacernos entender de que se tratan sus principios y ambiciones.  Ferrari es un empresario que vive una doble vida con una esposa a la cual no ama, pero respeta, lo cual lo agobia debido a sus recriminaciones sobre la perdida de su único hijo al mismo tiempo que vive con otra mujer, que no es su amante, con la cual tiene un hijo cuyo drama es no poder definirse como Lardi (el apellido de su madre) o Ferrari. La película nos introduce en este drama familiar en el cual uno se encuentra con dos mujeres que lo aman, a pesar de que Laura, su esposa y socia, está enojada con el, los problemas de dirigir una gran compañía automovilística y su propia ambición que va más allá del lucro. A Ferrari le interesa ganar carreras y vender coches de alta gama es un medio para ese fin.

En los primeros minutos de la película nos encontramos con un accidente que termina con la vida de la piloto estrella de la escudería y a partir de ahí nos introduce a una suerte de héroe, Alfonso De Portago un automovilista español, que va ganando interés por debajo de los protagonistas y eso es una muestra del ingenio de Mann, que a pesar de contarnos la historia de un hombre anodino nos desvía la historia hacia sus mujeres, su hijo y la escudería. De esta manera nos permite generar empatía con los personajes y mayor interés en el destino de los protagonistas.

Al principio me veía orillado a comparar está película con ‘All the money in the world’ (2017, Ridley Scott) y ‘House of Gucci’ (2021, Ridley Scott) pero la gran diferencia es aquellas dos películas de Scott nos cuentan un hecho puntual de la vida de las dos familias Getty y Gucci, pero haciéndonos perder interés en los protagonistas y poniendo en el centro de la escena al drama, en Ferrari el centro del relato es Enzo. Tal vez es un error esperar algo parecido a ‘Ford vs. Ferrari’ (2019, James Mangold) o ‘Rush’ (2013, Ron Howard) ya que está película no se trata de las máquinas o las carreras sino del hombre.

Ferrari dialoga un poco, no mucho, con la película de James Mangold ya que todo sobrevuela la quiebra de la escudería italiana y los deseos de Ford de comprarla. Estos son dos hechos distanciados en el tiempo pero que de alguna manera nos ubica en el contexto, a pesar de no haber sucedido en simultáneo con lo que nos cuenta la historia.

Al ser una película de personajes debemos centrarnos en las actuaciones, tanto Adam Driver como Penélope Cruz construyen dos buenos personajes que no son sobre actuados ni excesivamente apáticos como suelen ser los personajes de Driver, el personaje compuesto nos permite conocerlo y al mismo tiempo comprender la relación y los motivos que los unen.

Luego de ver toda la película da la sensación de que Mann tenía dos imágenes en la cabeza y que deseaba llevarla a la pantalla pero para llevarla a la pantalla no podía convertir a esa imagen en el centro de la película y por eso construyo toda la historia de Enzo, sus amores y su empresa para sostener aquella escena y lo hizo bien porque de esa manera la escena es más shockeante, porque de esa manera ese momento de la película se vuelve el desenlace de todo lo que se venía construyendo y al mismo tiempo nos permite comprender la relación entre Enzo y Laura. Mann evita convertir a Ferrari en una película de una sola escena creando una historia que la sostenga y le de sentido.

En cuanto a la dirección, el montaje y el diseño la película no se equivoca, se compone una historia en la cual no sobra nada a pesar de algunos silencios apáticos y demasiado largos. En el aspecto visual nos encontramos por momentos con un CGI deficiente que podría entorpecer la experiencia visual pero que al venir acompañado de efectores prácticos bien construidos no son una molestia. El sonido para algunas personas que compartieron la sala conmigo fue un problema ya que durante las carreras sube de forma repentina, pero para mí eso no es un problema porque uno puede sentir la presión y el pulso de cada movimiento y cambio de velocidad que suceden durante las carreras. El uso del volumen como elemento del relato es un punto favor.

 En definitiva, el logro de Mann es construir una película que se basa en un personaje poco interesante, del cual elude hablar sobre su colaboración con los nazis y fascistas durante la segunda guerra, el cual se encuentra en una etapa crítica de su vida personal pero que en definitiva no es nada sustancioso para construir una historia, que también se encuentra en un periodo de crisis para su escudería pero que al igual que su vida personal no es nada sustancioso para construir el argumento de una película. Mann logra juntar una serie de elementos y reunirlos alrededor de un suceso especifico y crear una película interesante a la cual al fin de cuentas no le sobra nada, ni los tiempos muertos porque todo es funcional a la historia.

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