FOTÓGRAFOS VS. ARTISTAS: La guerra por la imagen

Son tiempos difíciles para ser fotógrafo. La tecnología y la precariedad laboral han puesto a la profesión al borde de convertirse en obsoleta. La tecnología puso en las manos de cualquier usuario dos armas impensadas: herramientas y ubiquidad. Por un lado, celulares con cámaras cada vez mejores y un arsenal de filtros y editores para mejorar su mediocridad. Por el otro, la portabilidad que tienta a tomarle fotos a todo, documentar lo importante y lo intrascendente. Todos pueden ser fotógrafos y peor aún, todos pueden ser reporteros.

Hay nuevas batallas, ya no desafíos. Las últimas broncas de los fotógrafos ya no son sólo contra los medios periodísticos sino también con ciertas celebridades y sus políticas sobre las imágenes. Pat Pope denunció a Garbage por no ser compensado por su trabajo de la manera que considera adecuada. El management de Garbage lo contactó para incluir (con su permiso) una de sus fotos en un libro sobre su 20º aniversario de la banda. Lo que le ofrecieron no fue pagarle, apenas acreditarle.

Pope tomó su Facebook para responderles: “Creo firmemente que los músicos y los artistas tienen que ser pagados por su trabajo. Firmaré cada petición para apoyar este concepto e incluso si escojo el streaming en vez de comprar, soy de esos fans de una banda que pagará por el servicio premium. Ese es mi punto de vista. ¿Es el de ustedes? Cuando pensás que los artistas deben ser pagados, ¿incluye eso a los fotógrafos? Si quiero sacar un disco, ¿puedo usar la música de Garbage simplemente dándoles el “crédito apropiado”?”.

Garbage salió a aclarar que ya le pagaron a Pat Pope por esa fotografía… en los años 90. “Lamentamos que hayas interpretado nuestra petición de manera tan negativa. habiendo pagado ya por la sesión completa de esta foto en 1995, de la que se seleccionaron algunas fotos, no esperábamos una recepción tan hostil. Adoramos las fotos que tomaste de nosotros en un momento tan especial de nuestra carrera, pero nunca fue nuestra intención usar esas fotos sin permiso expreso”.

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La foto en cuestión. (Pat Pope)

La hipocresía. Tylor Swift escribió una carta abierta a Apple explicando su decisión de no ceder a la plataforma los derechos de «1989», su álbum más reciente. El mensaje, fue respondido por el fotógrafo Jason Sheldon, quien acusó a Swift de hipócrita por usar las mismas tácticas que critica.

En la carta el fotógrafo le contesta punto por punto: «Es genial que alguien con una enorme cantidad de seguidores luche por los derechos de la gente creativa y se plante frente a los gigantes corporativos que tienen tanto poder que pueden construir o destruir la carrera de alguien. Es chocante, como decís, que cualquier compañía crea que puede explotar a los artistas. No es aceptable en absoluto». «Ah… pero esto es lo que pasa, Taylor. Decís que no es por vos pero claramente lo es. ¿Por quién otro harías semejante declaración pública acerca de cómo defendés los derechos de los artistas y las bandas nuevas? ¿En serio apoyás a otros artistas?».
«Y este es el sentimiento que encuentra eco en todos los fotógrafos profesionales. Algunos tienen miedo de hablar porque temen que las compañías de management o de Relaciones Públicas que quieren controlar la percepción pública de su artista los pongan en una lista negra.»
«Por cada artista que está en una posición de influencia y financieramente segura para enfrentarse a compañías como Apple sin tener que preocuparse por que Apple bloquee públicamente su habilidad de ganarse la vida a través de las ventas de iTunes, hay cientos de fotógrafos de conciertos que no gozan de esa seguridad. No tienen tu voz y no tienen el favor público que vos tenés cuando se trata de exigir derechos justos para su trabajo. Y corren un riesgo mucho mayor de que se les impida trabajar en el futuro, no sólo en tus shows sino en cualquier show que esté conectado por el mismo promotor, estadio o compañía de management y Relaciones Públicas.»

«Lo que me lleva al punto de esta respuesta abierta para vos. Admiro tu mensaje. En serio. Sólo que me parece que pierde la seriedad que merece debido al contrato que regía para los fotógrafos acreditados a tu gira de 2011.»
«Ahora… perdoname si me equivoco pero, si tomás los puntos 2 y 3 de ese contrato (que se le da a los fotógrafos que tienen que aceptar las condiciones para que se les permita hacer su trabajo tomándote fotos para algún medio o editorial) parece ser un completo arrebato de derechos y exige que se te otorgue el uso libre e ilimitado de nuestro trabajo, en el mundo entero, a perpetuidad.»
«Decís en tu carta: Tres meses es mucho tiempo para que no te paguen. Pero te parece bien limitarnos a que sólo se no pague una vez y no permitirnos volver a ganar dinero de ese trabajo al mismo tiempo que te otorgamos los derechos para explotar nuestro trabajo para tu beneficio para toda la eternidad…»Los fotógrafos también tenemos que ganarnos la vida. Al igual que Apple, vos podés pagar las fotos así que, por favor, dejá de obligarnos a entregártelas al mismo tiempo que nos impedís publicarlas más de una vez.»

En apoyo a sus declaraciones, el fotógrafo Joel Goodman publicó una copia de los nuevos formularios de autorización para los fotógrafos correspondientes a la gira del nuevo álbum de Swift «1989». En ellos, no sólo se mantiene el «arrebato de derechos» sino que se agrega una cláusula según la cual si un fotógrafo no cumple alguna parte del contrato, que incluye publicar una foto más de una vez o tratar de venderla, «Firefly Entertainment Inc., la artista o las entidades relacionadas pueden confiscar y/o destruir la tecnología o aparatos que contengan los archivos de las fotos».

Dave Grohl es tan cool, pero… El diario Washington City Paper hizo público el contrato que los Foo Fighters envían a los reporteros que trabajan en sus conciertos. Después de publicar este documento, este periódico explicó por qué no enviará a sus fotógrafos a cubrir conciertos de Foo Fighters nunca más.

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Sin foto. La ilustración que usó el diario. (Lauren Heneghan)

En el contrato, Foo Fighters se reserva el derecho de autorizar las fotos que aparecerían en cada medio. Ok… además con este contrato la banda estaría adquiriendo todos los derechos sobre las fotografías para explotarlas como ellos quieran, en todos los formatos imaginables, sin la obligación de dar una paga económica a los autores. Las palabras de este periódico son muy claras: “esto es explotación de fotógrafos, pura y simple”.

La leyenda de la fotografía de rock Kevin Cummins, salió a apoyar a sus colegas y lo hizo con creatividad. Subió a su perfil de Facebook una foto de su autoría de Dave Grohl y la cedió para que cualquiera la baje «Impriman la foto y pídanle un autógrafo a Dave». «Nadie cuestiona cuando a un músico le pagan cada vez que un tema suyo suena en la radio, alguna gente parece que odia la posibilidad que un fotógrafo gane dinero con su propio trabajo». «Esta gente me da asco» concluye Cummins. La batalla continuará.  –Fer Casals


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