Por Sergio Misuraca
“Salve, Macbeth, ¡Salve a ti que serás rey!” Shakespeare fue el dramaturgo más importante de la historia del teatro. Padre del melodrama, y rey de reyes por saber interpretar y esbozar en sus personajes las miserias humanas más oscuras.
Macbeth es la representación misma de las consecuencias de la ambición desmedida de poder y la corrupción de los hombres en el afán de ocupar los cargos políticos.
Shakespeare es Shakespeare porque aún hoy, cinco siglos después, sus textos conservan una actualidad sorprendente.
Sin embargo, el estilo narrativo medieval es complejo y metafórico, y eso ha convertido a las obras de Shakespeare en teatro de culto, muchas veces dirigido a un elitismo excluyente.
La versión de Andrés Sahade y Daniel Casablanca rompe con la solemnidad y convierte a este clásico en una puesta más cercana al espectador, utilizando brillantemente el humor, el lenguaje contemporáneo, sin perder la fuerza y la profundidad del texto original durante el abordaje de la tragedia.
Es, sin dudas, la mejor versión de Macbeth que he visto hasta el momento. Y esto lo garantiza un conjunto de aciertos y talentos. En primer lugar, se nota un trabajo impecable en la dirección de Casablanca y Sahade, permitiendo potenciar al máximo las fortalezas de los actores. Esto no es menor, teniendo en cuenta que para desestructurar un clásico sin convertirlo en una parodia es necesario que los actores naveguen en sus propios recursos para llevar lo complejo a lo simple y ponerlo en movimiento.
Si a esto le sumamos la decisión de acompañar la puesta con proyecciones de arte efímero de dibujos de arena a cargo del talentoso Alejandro Bustos, podemos decir que estamos en presencia de un producto original, impredecible y admirable.
Las actuaciones son parejas y versátiles. Charly Arzulian hace un Macbeth vulnerable, y en esa vulnerabilidad nos permite conocer al personaje desde la versión más clownesca y argenta hasta la rigurosa complejidad shakespeariana.
Dos actuaciones que sorprenden por su versatilidad son la de Sergio Ballerini y la de Eleonora Valdez. Sergio interpreta a Banquo principalmente y a otros personajes como el príncipe Malcolm y al portero del castillo en el que demuestra una plasticidad física que infarta con solo verlo. Eleonora es el noble señor Ross y también el hijo de Banquo y la mujer de Macduff, y en todas estas interpretaciones con notables dotes para la comedia.
La obra es entretenida, inquietante y atrapante, acompañada por la intervención musical de Pablo Bronzini que tiene la función de generar un clima de misterio que atraviesa toda la trama desde el momento que ingresa el público a la sala. En este sentido, las escenas de las brujas son de una perfección técnica y estética escalofriante.
Esta versión quedará en mi memoria como aquella vez que desee no irme jamás de esa butaca y es por ello que, parafraseando al propio Macbeth, antes de caer rendido, puedo decirles“ que la maldición caiga sobre quien primero diga basta!”
Ficha técnico artística
Versión:
Andrés Sahade
Traducción:
Andrés Sahade
Actúan:
Charly Arzulian, Sergio Ballerini, Gabriela Biebel, Pablo Bronzini, Andrés Sahade, Eleonora Valdez
Mapping:
Franco Gregoris
Vestuario:
Analía Cristina Morales
Escenografía:
Analía Cristina Morales
Diseño de luces:
Caio Senicato
Música original:
Pablo Bronzini
Proyecciones:
Alejandro Bustos
Diseño gráfico:
Matías Grasset
Asistencia de dirección:
Luciana Lippi
Prensa:
Varas & Otero
Puesta en escena:
Andrés Sahade
Dirección:
Daniel Casablanca, Andrés Sahade
EL MÉTODO KAIRÓS TEATRO
El Salvador 4530
Capital Federal – Buenos Aires – Argentina
Teléfonos: 4831-9663
Web: http://www.elmetodokairos.com.ar
Entrada: $ 400,00 – Sábado – 20:30 hs – Hasta el 28/09/2019
