Teatro: Reseña de «Tiestes y Atreo»


9/5/18


Por Guadalupe Farina


El mito de los hermanos Tiestes y Atreo es uno de los más sangrientos de la mitología griega, y el que da origen a la saga maldita de los Átridas. Tiestes traiciona a su gemelo, logrando quedarse con el trono y con su mujer. Entonces Zeus interviene, devolviéndole la ciudad de Micenas a Atreo y desterrando a Tiestes. Pero el primero busca venganza y, con la excusa de la reconciliación, invita a Tiestes a un gran banquete en donde el plato principal serán sus propios hijos. Cuando Tiestes se maravilla por la exquisitez de la comida, Atreo le muestra las cabecitas de sus niños. Desesperado por el acto caníbal de su propia sangre, Tiestes intenta suicidarse pero las deidades se lo impiden. Por supuesto, la maldición de los dioses cae sobre el perpetrador de tamaña crueldad y toda su descendencia. Fue el romano Seneca quien escribió la tragedia Tiestes, que el director Emilio García Wehbi deconstruye en la puesta que se presenta en la sala María Guerrero del Teatro Nacional Cervantes.

La utilización del verbo deconstruir no es azarosa, ya que es lo que hace García Wehbi en su particular reescritura del clásico. La tesis que intenta probar es que las sociedades patriarcales fagocitan siempre a los más jóvenes, a sus propios hijos, aunque sea de manera simbólica. Para sostener su argumento se vale de una batería de recursos que sobrepasan lo teatral. La interdisciplinariedad de lenguajes es, justamente, donde radica la mayor riqueza de la obra. Música, artes plásticas, video y literatura se conjugan en un espectáculo donde los signos de todo tipo abundan y, aunque por momentos pueda tornarse un poco recurrente, la riqueza del planteamiento ideológico y escénico se impone por sobre todo lo demás.

Ante esta propuesta estética, el texto de Séneca pasa a un segundo plano. Durante la primer escena de la obra, un grupo comando de niñas, hartas del maltrato de los adultos, decide vengar los crímenes de la infancia y secuestran a payasos y Teletubbies. La escenografía de una ciudad en ruinas, con autos derruidos y monstruos que se esconden y aparecen, es imponente, aun para el teatro oficial. Es recién en la segunda escena donde la tragedia de Tiestes y Atreo comienza. De un modo particular, por supuesto, teniendo en cuenta el carácter vanguardista del teatro de García Wehbi, quien hacia fines de los años ‘80 fue uno de los fundadores el grupo teatral Periférico de Objetos.
Para resaltar el carácter patriarcal de la sociedad, todos los personajes de la obra son interpretados por mujeres, incluso sus protagonistas. En la segunda escena Analía Couceyro y Maricel Álvarez dan vida a Tiestes y Atreo. El escenario se transforma en el salón principal de un palacio, de donde cuelga una versión del cuadro de Goya “Saturno devorando a su hijo”, como si fuera una metonimia que remarca una vez más la temática del espectáculo. Las actrices no mantienen diálogo entre sí, sino que monologan a público, dando cuenta de la incomunicación reinante. El corifeo es quien, no sin dosis de humor, cuenta a los espectadores el mito griego.

De todos modos, a pesar del lenguaje escénico distinto que plantea el director, la tragedia está presente en los textos reescritos por García Wehbi y en los cuerpos de las intérpretes. Además de las actuaciones del elenco adulto, es destacable el couching de niñas de Aymará Abramovich, ya que las pequeñas están a nivel actoral en los mismos parámetros que sus compañeras adultas.

Desde un teatro absolutamente político y con muchas reminiscencias de lo performático, en la puesta queda clara la hipótesis de la antropofagia social que acarrea la eterna lucha entre los fuertes y los débiles, donde éstos últimos terminan siendo devorados, arrasados. Pueden ser niños, mujeres, minorías sexuales, étnicas, o pobres quienes en la riña por el poder resultarán vencidos. Pero en ese enfrentamiento pierde también el poderoso, como perdió Atreo al ser condenado a la maldición eterna y como perdió Tiestes al imposibilitarle los dioses la salida del suicidio. García Wehbi se para desde el lugar del desencanto para desarrollar su tesis y construye así una reescritura de la tragedia actual, profunda y revulsiva que no pasará desapercibida.


Tiestes y Atreo se presenta de jueves a domingo a las 20 hs en el Teatro Nacional Cervantes (Libertad 815 – CABA).

Ficha técnico-artística
Adaptación y dirección: Emilio García Wehbi
Actrices: Maricel Álvarez, Florencia Bergallo, Analía Couceyro, Carla Crespo, Érica Dalessandro, Verónica Gerez, Cintia Hernández, Mercedes Queijeiro, Jazmín Salazar, Mía Savignano, Lola Seglin y Lucía Tomas
Vestuario: Belén Parra
Escenografía: Julieta Potenze
Iluminación: Agnese Lozupone
Música: Marcelo Martínez
Asistencia de iluminación: Celina Font Nine
Asistencia de dirección: Gladys Escudero
Director musical asistente: Vanesa Del Barco
Producción: Santiago Carranza y Leandro Fernandez
Coreografía: Celia Argüello Rena
Coaching de niños: Aymará Abramovich
Dirección musical: Marcelo Martínez


 

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