Por Marcelo Cafferata
Una exitosa obra que nació en el circuito de teatro alternativo en una de las salas más representativas de la movida independiente, “El Método Kairós”, llega al streaming con esta nueva modalidad que se impone dentro del aislamiento y en épocas de pandemia.
Cabe decir que no todos los textos resisten una puesta con este formato y algunos pueden verse beneficiados mientras que otros, hacen añorar al encuentro tradicional entre el actor y el público, esa fuerza que se imprime en cada función, sobre todo en aquellas puestas cuyo resultado, en gran parte, depende de la propia vibración y energía que despliegan las actrices en pleno juego teatral.
Algo de esto sucede con “SER ELLAS”, un encuentro de tres mujeres icónicas en la historia, apasionadas y de fuerte personalidad, revolucionarias, rupturistas para su época y arrasando con algunos cánones preestablecidos que hicieron que quedaran inscriptas en la Historia y que ineludiblemente serán recordadas a través del tiempo, cada una con su particular estilo. Con su propia impronta personal, cada una de ellas ha logrado marcar una fuerte tendencia tanto en el arte, como en la política o en las letras, según cada caso, alimentando una nueva forma de concepción, un nuevo pensamiento que marcó a toda una (nueva) generación y sigue, aún hoy, siendo plena referencia.
Algo de esta fuerza arrolladora que tienen los tres personajes, estas figuras emblemáticas que son Simone de Beauvoir, Frida Kahlo o Eva Perón, se pierde en una puesta como la que imponen estos tiempos, para una propuesta ya de por si arriesgada, que es resumir en una hora un encuentro de tres mundos fascinantes, culturalmente opuestos y al mismo tiempo complementarios, que surgen de la dúctil pluma de Erika Halvorsen, quien le imprime una mirada al mundo femenino de suma actualidad y que se potencia más aun cuando se dispone al juego de espejar la vida de cada una de estas figuras notables, en la vida personal de las actrices, con un desdoblamiento que logra construir los mejores momentos de la obra.
En este encuentro que es totalmente imaginario, dado que queda totalmente claro que por tiempo y espacio, ellas jamás se han cruzado personalmente –aunque en algunos momentos alguna de ellas confiesa la admiración profunda que siente por el trabajo de sus compañeras-, estas tres personalidades avasallantes compartirán una charla íntima en donde surgirá ese punto en común como es el de haber sido compañeras y amantes de hombres también muy famosos y trascendentales para la época.
En tiempos de feminismo y movimientos que afirman la igualdad de derechos y trabajan sobre la posibilidad de que la mujer conquiste nuevos espacios y se reafirme en los ya obtenidos, vale la pena repasar el trabajo de tres personalidades como las de Frida, Eva y Simone, que, de la mano de Rivera, Perón y Sartre han marcado a fuego con sus pensamientos de modo tal que esa lucha que hoy se desarrolla fuese posible.
Ellas son las que facilitaron el camino para que comenzara a pensarse y a ganar forma con un nuevo movimiento, una nueva postura frente a la libertad y a los derechos, aun en aquellos tiempos donde este colectivo se encontraba mucho más silenciado y sometido a esa estructura patriarcal y machista a la que estas heroínas modernas le han puesto el cuerpo, sus pensamientos y su alma.
Frida y Eva compartirán además un dolor físico, pensamientos sobre la muerte que las ha acechado en gran parte de su vida y que parece, en cierto modo haberse ensañado de sus cuerpos. Simone, por su parte, ve por supuesto la muerte de otra forma pero puede aunarse a ellas cuando comparten las diferentes miradas sobre el amor y sobre los fuertes vínculos que han tenido con los hombres y amores más importantes de sus vidas.
El amor como fortaleza, fuente liberadora de los miedos y las inhibiciones, lejos de cualquier estereotipo han sabido disfrutarlo plenamente coqueteando con elecciones sexuales diversas, liberándose a la exploración, a las pulsiones genuinas de su corazón y de sus cuerpos, del que Frida y Simone se sienten más libres y Eva, en cierto modo, más encarcelada, más atada a su General.
Las tres actrices se prestan perfectamente al juego de ser ellas mismas y otras a la vez, reiterando que cuando generan esa duplicidad actriz-personaje, la obra tiene momentos precisos y que escapan del lugar común de como cualquier libro de historia ha presentado a estas mujeres y sus pensamientos.
Anabel Cherubito se esconde tras Simone y la construye sin absolutamente ningún rastro de su fuerte acento, se entrega de forma tal a su composición, que no resulta para nada fácil en las primeras escenas, encontrar a Anabel en Simone, habiendo hecho carne a su personaje por completo, en un trabajo sorprendente.
Fabiana García Lago, por su parte, de vida a una Frida en la que cuesta identificarla con aquella que nosotros hemos visto en cine e inclusive en otras obras teatrales (como fue en la temporada anterior “Los Amantes de la Casa Azul” de Mario Diment con una arrolladora Frida a cargo de Maia Francia Crítica AQUI), pero por su parte, gana mucha fuerza en el desdoblamiento Frida y Fabiana actriz, logrando un trabajo notable pero alejado del canon con que se suele construir a esta pintora mexicana de una garra y un temperamento explosivo, que aparece ausente en algunos tramos de la composición de García Lago.
Ana Celentano es precisa en su interpretación como Eva Perón, cargada de emocionalidad y con una gestualidad propia de su personaje, una mujer que supo sobreponerse a la humillación, una personalidad contundente y sanguínea, poderosa, arrolladora, que Celentano sabe aprovechar al máximo como también puede lucirse en sus momentos más personales donde abandona el personaje para internarse en su actriz.
Adrián Blanco en su puesta, deja fluir libremente el talento de estas tres actrices que se pasean en una escenografía minimalista que va acompasada a cada uno de los momentos y que rodea este encuentro imaginario en donde los diálogos confesionales y un pantallazo general de lo que han sido sus vidas, vuelve a redefinirse y a dar significado a las luchas cotidianas, silenciosas, anónimas, que junto con algunas más visibles, van dando cuerpo a lo que estas mujeres soñaron y llevaron adelante para que el rol de la mujer, cobrarse un lugar completamente diferente al de aquel que parecía ser el destino de cada una de ellas, al que no solamente no aceptaron sino que lo desafiaron valientemente.
“SER ELLAS”
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Sala #KairosVirtual – Sábados a las 21 horas