La nueva película de Jordan Peele no es la tercera parte de “Huye” y “Nosotros” pero sí se nutre del espíritu de cada una de ellas: que el elemento psíquico del terror sirva para desmantelar el set de una realidad que atemoriza, de la que somos culpables y víctimas los seres humanos. En esta cinta: lo mejor y lo peor del cine, la crítica racial y la espectacularización al servicio de las relaciones comerciales y de poder.
Fuera de un discurso solemne, la figura de la víctima aparece retratada de manera innovadora, saliendo del cliché de la mujer reclusiva e indefensa y proponiendo una lectura más cruda.
Tropezando en cada uno de los 39 escalones
Por Valeria Massimino
Fui al teatro con expectativas, recordando mi experiencia viendo la misma obra hace más de...
Todo se conduce con precisión hacia un esperado clímax que resulta excelente a nivel interpretativo, pero la promesa y la expectativa que deja ese momento queda algo en deuda con su posterior desenlace.
Despabílate, amor
Por Marcelo CafferataFotos: Atomobit PhotoGrafics
La dramaturgia de Agustín Meneses (“Luz Testigo”) propone una historia familiar al ritmo de la vida en un pequeño...